En Tucumán, la Justicia condenó a Diego Rubén Lazarte a 12 años de prisión tras comprobarse que cometió delitos graves contra la hija de su pareja a lo largo de varios años, en un contexto de convivencia familiar. La víctima, quien hoy tiene 25 años, brindó un valiente testimonio que fue clave en el proceso.
La investigación reveló también episodios de maltrato hacia otros integrantes de la familia. A partir de las pruebas, se recalificó la causa, aumentando la gravedad de los cargos. Además, el tribunal ordenó abrir una nueva investigación para determinar la posible difusión de contenido prohibido.
El caso, que conmociona a la sociedad tucumana, expone una vez más la importancia de escuchar y proteger a las víctimas de violencia sexual. El tribunal actuante no solo dictó la pena de prisión, sino que también solicitó medidas adicionales para garantizar la seguridad y contención de la joven.
El tribunal dispuso que se inicie una nueva investigación para determinar si el acusado incurrió también en la distribución de material de abuso infantil, lo que podría derivar en nuevas imputaciones.
La sentencia sienta un precedente relevante en la lucha contra los delitos de abuso intrafamiliar, un flagelo que muchas veces permanece oculto durante años. La identidad del condenado no fue difundida para resguardar a la víctima.