La crisis se nota especialmente en las bajas ventas de productos que no son de primera necesidad
El mantra “no hay plata”, que Javier Milei repite tantas veces en sus discursos, no aplica únicamente a las cuentas públicas, sino también a los presupuestos hogareños. Y el consumo es uno de los rubros más golpeados en los últimos meses.
Según datos del INDEC, las compras en supermercados acumularon una caída de 11,5% en el primer trimestre de este año versus el mismo período de 2023. Fernando Moiguer, consultor especializado en consumo, indicó que esta baja en las ventas tiene que ver con un cambio en el modelo de negocios, que pasó el foco de la oferta a la demanda a lo largo de los últimos meses.
“En el modelo de oferta, la empresa ponía su esfuerzo en tener el producto y garantizarse que el costo de reposición le iba a funcionar en cuanto a rentabilidad. El consumidor se llevaba todo lo que le ponían en la góndola porque el consumo estaba anabolizado y porque asumía que mañana iba a ser más caro”, explicó Moiguer.
El modelo actual, en cambio, está centrado en la demanda con las cadenas comerciales como la cara visible. En ese contexto, el consultor señaló que hay tres estrategias:
- Hacer pactos de precios para darle estabilidad y previsibilidad al consumidor. Allí se pueden mencionar las propuestas de Quilmes, Carrefour, Swift y Geniol, entre otras.
- Poner el foco en las marcas propias de cada cadena, con el foco en la ecuación precio-calidad. La cadena Día, por ejemplo, renueva mensualmente su listado de productos a precio más bajo, que incluye artículos marca propia y de industria nacional.
- Seguir con las promociones, que fundamentalmente definen en qué canal o con qué medio de pago comprará el cliente. En este rubro juegan fuerte las billeteras virtuales y los bancos, con sus descuentos.