“Fue una agonía”, dijo la actriz y contó cómo se prepara para el proceso judicial contra Claudio Contardi, el padre de sus dos hijos
Este miércoles podría comenzar el juicio contra el ex marido de Julieta Prandi. El empresario gastronómico Claudio Contardi, está acusado por violación reiterada por Prandi. La causa lo coloca como acusado de “abuso sexual con acceso carnal agravado por causar un grave daño en la salud mental de la víctima, con una serie de hechos reiterados”. Ahora, la modelo se prepara para enfrentar cara a cara a la Justicia y busca cerrar, en el terreno legal, una historia marcada por el dolor y la espera.
Prandi fue abordada por los los periodistas a la salida de Radio Mitre. Visiblemente conmovida y con su habitual entereza, no dudó en compartir cómo transita este proceso. “Preparándome con mi pareja, mis padres, mi hermana, con apoyo terapéutico. Desde el momento en que denuncié fue una agonía: la burocracia, la lentitud de la Justicia, cosas que te hacían dudar todo el tiempo. Finalmente, se elevó a Juicio Oral, pero tardó muchísimo, y ahora tengo la fe no solo en los abogados, sino en los jueces que van a escuchar todo lo que tuve que atravesar, como también los testigos, las pruebas y las pericias que me sometí siendo la víctima y mi ex pareja nunca permitió, declaró ni se sometió a las pericias”, expresó.
En diálogo con Desayuno Americano (América), Prandi contó cuando fue la última vez que habló con Contardi: “Fue el 14 de febrero de 2019, el día que me fui de casa”, narró. En la sala de audiencias, la actriz pidió no volver a tener contacto con él: “Lo primero que pedí es no verlo, habrá un biombo o estar en una sala contigua. Él está con prisión domiciliaria, pero la perimetral se va a pedir porque, por supuesto, tengo mis reservas por mi integridad y la de mis hijos”, reveló. La posible condena máxima a la que se enfrenta Contardi es elevada, según ella misma contó: “La pena a la que se enfrenta es de 50 años como máximo, no quiere decir que los jueces decidan eso, o 30, no lo sé”.
En un momento íntimo y doloroso, Julieta fue contundente sobre la definición de paternidad: “El padre de mis hijos no es el que pone la semilla, sino el que vela por tu bienestar, que te cuida, te ama y te protege, no el que te da vuelta la cara y te cag… Eso hacía con mis hijos, por eso el padre hoy es Emanuel (Ortega), el padre del corazón que vive con nosotros, los cuida, los escucha, está en el día a día. Y mamá y papá soy yo”. En esa frase resumen, la modelo y conductora reconfigura la familia bajo el abrigo del amor cotidiano y la presencia real.
“Es un momento en el que estoy entre aliviada y angustiada al mismo tiempo. Confío en el trabajo de los abogados, de todo el equipo de Fernando Burlando. Espero que los jueces escuchen la verdad y hagan justicia porque fue mucha la agonía y la espera durante muchos años de burocracia, que no se lo deseo a ninguna víctima”, comentó.
Prandi dejó un mensaje para las víctimas que no se atreven a denunciar situaciones de violencia. “No queda otra, si no se escapan ellas nadie las va a salvar. Cuando les perdés el miedo, ellos pierden el poder”.
Los detalles del juicio
El Juicio que involucra al empresario y que tiene a la modelo como querellante es una de las instancias más fuertes en el mundo del espectáculo de los últimos años. Ella será la primera de 14 testigos en la causa, representada legalmente por Fernando Burlando y su equipo. La denuncia original, presentada por Julieta en octubre de 2021, fue tomada por el Fiscal Christian Fabio, quien solicitó la elevación a Juicio Oral en octubre de 2022, después de dos años atravesados por el silencio, la espera y la reconstrucción personal.
La narrativa Judicial que construyó Prandi durante estos años fue clave para la acusación. La actriz no dudó en relatar en detalle cómo vivió aquellos años de violencia: “Si a mí me preguntas qué te pasó, yo digo: ‘Él me secuestró, me violó y me amenazó de muerte’”. Frente a la Justicia, la artista dejó constancia de los supuestos abusos que incluyeron violaciones, amenazas, sometimientos durante el sueño y manipulación psicológica. Declaró que, al menos, fue violada 144 veces en casi tres años, según su propio testimonio ante el tribunal.
Ante el inicio del juicio, Contardi arribará con una tobillera electrónica en su pierna, una orden de restricción de acercamiento a su expareja de por lo menos 300 metros y un embargo de $100 millones. En un principio, optó por un juicio por jurado popular, pero luego solicitó que su caso sea evaluado por el tribunal. Hasta el momento, el empresario realizó dos descargos en la causa, donde negó rotundamente las acusaciones.