Testimonio de un chico de 21 años que no estudia ni trabaja, vive de planes y dice que no le hace falta trabajar. Ah, y tiene mujer y dos hijos
Sin vergüenza, sin pruritos, sin ponerse colorado, un chico de Virrey del Pino, Buenos Aires, habló con una periodista y le contó cómo vive: cobra planes sociales y no quiere trabajar.
Se llama Rubén, tiene 21 años y nunca trabajó. Dejó el segundo año del secundario. Por ahora, no le interesa trabajar ni estudiar porque no le hace falta, a pesar de tener mujer y dos hijos.
Según Rubén, vive de pensiones del gobierno. De los integrantes de su familia, mayores de edad, ninguno tiene trabajo. Dice que su mujer cobra la asignación y su hermano hace changuitas. Dice que viven bien. A la pregunta que haría si le quitan los planes, contesta que puede trabajar igual. “Ahora no voy porque todavía no lo necesito”, cuenta.
“Hace 21 años que estoy de vago y no me da vergüenza. Me enseñaron que verguenza es robar y no traer nada para la casa. Y yo no robo nada a nadie”, dijo.
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