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Un hombre vivió una pesadilla cuando sacó los números ganadores del sorteo de la lotería que tenían como pozo la cifra de 100.000 dólares y los vendedores del comercio, no le quisieron brindar el premio obtenido. 

Son cada vez más las historias de apostadores de todo el mundo, que van a los negocios de azar más cercanos, con el propósito de volverse millonarios u obtener una fortuna. Aunque muchas veces las situaciones salen bien y benefician a sus protagonistas, no siempre las vueltas de la vida los dejan triunfar. 

Este último fue el caso de Tom Gray, un ciudadano de RomfordLondres, que fue a una tienda para comprar un billete del “Lucky Streak” con él fin de ganar el pozo de 80 mil libras que se encontraba en juego y no pudo cobrarlo. Lo que podía llegar a ser una gran hazaña, se transformó en un desprovisto, cuando el muchacho logró sacar el ticket vencedor, pero los dueños del comercio no le quisieron entregar el monto completo. 

No pudo cobrar su premio entero de la lotería, por una extraña razón

El lugar que se supone que existe para entregar abundantes recompensas a sus participantes se transformó en el formato que lo dejó sin premio al jugador londinense. Resulta que el protagonista, había obtenido los números que lo consagraban como ganador de las 80.000 libras (equivalente a alrededor de 100.000 dólares) pero solo le dejaron cobrar 2 libras.

Según informaron los vendedores del comercio, la razón por la que el apostador no pudo obtener todo el dinero, fue que hubo un error de impresión que borró parte de la tarjeta, provocando la perspectiva de que uno de los dados tenía cinco puntos en vez de cuatro, lo que hacía que no coincidieran todos los números y no pudiera llevarse el pozo acumulado. 

Enojado por la situación que le tocó atravesar, el hombre aseguró que “la tarjeta decía que si acertabas los puntos del dado, habías ganado, y los dados mostraban cuatro puntos en cada uno” y luego añandió desilusionado que “es su culpa si hay un error de impresión” no del jugador. 

Su hija, triste por ver a su padre desesperanzado expresó: “Me sentí destrozada por mi padre y porque ya había empezado a pensar en lo que iba a hacer por sus hijos. Eso es lo que más me molesta. Me parece tan injusto. Incluso si se trata de un error de imprenta, ¿de quién es la culpa?”. 

Así como hay muchos apostadores que se vuelven millonarios gracias a diferentes situaciones de la vida cotidiana, hay otros que pierden sus millones por los obstáculos de la vida. Tom Gray y su familia vieron como su futura fortuna se iba esfumando de sus manos como agua o arena, sin poder hacer mucho para solucionarlo./crónica

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