Conejos con tentáculos, ardillas con verrugas y un tiburón naranja con ojos blancos: animales raros que preocupa a los expertos

La presencia de diferentes especímenes con extrañas lesiones cutáneas en Estados Unidos alerta a las autoridades, que serían como consecuencia de diferentes virus. El caso del tiburón se dio en las costas de Costa Rica

En las zonas rurales del Noreste de Estados Unidos, vecinos y visitantes informaron la presencia de ardillas con extrañas verrugas y sin pelo, generando preocupación en comunidades acostumbradas a observar estos animales en jardines y parques.

Con el recuerdo, aún reciente, del caso de los conejos apodados “zombis” en Colorado, la aparición de estas ardillas afectadas por un nuevo virus trajo inquietud y numerosas preguntas sobre el alcance de la enfermedad y su efecto en la fauna local.

Según la información publicada por National Geographic, los primeros reportes sobre ardillas con bultos anormales surgieron en Maine durante el verano de 2023, cerca de las zonas boscosas que bordean Canadá.

Las personas que viven en las casas próximas a estos espacios notaron que los animales habituales muestran “verrugas en la cara, alrededor de la boca y, en algunos casos, extendidas hasta la zona de los genitales”. Entre los términos que circularon en las redes sociales aparece el de “ardillas zombis”, en referencia a la apariencia de estos roedores, por las protuberancias que presentan.

La bióloga Shevenell Webb, especialista del Departamento de Pesca Continental y Vida Silvestre de Maine, confirmó al medio local Bangor Daily News que se trata de la viruela de la ardilla, una enfermedad causada por el virus Leporiporox, también conocido como fibromatosis. La experta precisó: “No puedo decir que sea súper común aquí, pero no es extraño verlas de un lado a otro cada cierto tiempo”.

El fenómeno guarda semejanza con lo observado en meses anteriores en Colorado, donde las autoridades pidieron que los conejos domésticos no salieran al exterior para evitar el contagio con “conejos zombis” silvestres del género Sylvilagus, que mostraban notorias malformaciones en la cabeza.

De acuerdo con el Departamento de Recursos Naturales de Indiana, donde también se reportaron casos en años recientes, la fibromatosis es una patología viral que se transmite principalmente “mediante la picadura de insectos” y afecta sobre todo a conejos y liebres.

En ardillas, la enfermedad “se presenta como tumores epidérmicos que no suelen superar los 25 milímetros de diámetro”. Aunque su aspecto pueda impresionar, las autoridades indican que “no afectan al animal ni a su capacidad de supervivencia”.

El mismo departamento señala, no obstante, que en situaciones poco frecuentes los tumores pueden “extenderse a los órganos internos, afectando negativamente la salud general del animal. Lo más severo es que el animal se vuelve débil y letárgico”.

En cuanto a la preocupación sobre un posible riesgo para humanos o mascotas, los expertos aclaran que “no se transmite a ninguna especie” distinta ni a perros ni gatos, despejando una de las dudas principales expuestas en redes sociales.

El tiburón naranja

Un tiburón nodriza naranja capturado en las profundidades del Caribe costarricense marcó un hito en la biología marina. Se trata del primer tiburón nodriza completamente naranja documentado científicamente, una coloración nunca antes registrada en esta especie y despertó el interés de la comunidad científica por lo peculiar de su condición genética. El hallazgo, realizado cerca del Parque Nacional Tortuguero, fue reportado por la empresa Parismina Domus Dei y posteriormente analizado por la Universidad Federal de Río Grande, según informó DW.

La captura del tiburón, de aproximadamente dos metros de longitud, se produjo durante una excursión de pesca deportiva organizada por Parismina Domus Dei. Los pescadores Garvin Watson y Pablo Solano atraparon al animal a 37 metros de profundidad en la zona de Barra de Parismina.

Tras documentar el inusual espécimen, los responsables optaron por devolverlo al mar, permitiendo que el animal continuara su vida en su hábitat natural. La publicación científica que confirma y detalla el caso se publicó el 1 de agosto pasado en la revista Marine Biodiversity.

El tiburón presentaba una piel naranja brillante, un rasgo que contrasta de manera llamativa con el color marrón típico de los tiburones nodriza (Ginglymostoma cirratum), quienes dependen de su tonalidad parda para camuflarse en el fondo marino.

Además, el ejemplar exhibía ojos completamente blancos, sin iris visible, lo que los expertos interpretan como un caso posible de albino-xantocromismo. Las imágenes difundidas por Parismina Domus Dei en redes sociales muestran claramente esta apariencia única, muy distinta a la habitual en la especie.

La condición genética detrás de esta coloración se denomina xantismo o xantocromismo, caracterizada por un exceso de pigmentos amarillos o anaranjados debido a la ausencia de pigmentos rojos en la piel. El xantismo es extremadamente raro en la naturaleza. Hasta ahora, solo se habían registrado algunos casos en peces de agua dulce, aves como loros y canarios, y ciertos reptiles como serpientes y lagartos.

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