El intendente de Yerba Buena, Tucumán, no puede “lavarse las manos” de lo que pasa en su municipio. Fue elegido para defender los intereses de su ciudad y tiene que buscar los mecanismos necesarios para que sus habitantes vivan dignamente
El servicio de agua potable depende de la Sociedad Aguas del Tucumán (SAT), que a su vez depende del Gobierno provincial. Yerba Buena, como todo Tucumán, tiene problemas de Agua Potable.
¿Es un problema de los intendentes? SÍ. ¿Por qué? Porque ellos fueron elegidos como los máximos responsables de la ciudad que habitan. La Seguridad, la Salud, la Infraestructura, los Servicios, aunque no tengan una dependencia directa del Jefe municipal, éstos están obligados a dar soluciones, que todo funcione y esté en orden, para eso fueron elegidos.
Si no hay agua potable, un servicio esencial para la vida y la Salud Pública, en pleno Siglo XXI y en un país donde es un elemento que no escasea -por suerte-, el intendente tiene que hacer la gestión necesaria para revertir la situación. Tiene que tomar “el toro por las astas”, asesorarse, y dar soluciones. Que ponga a sus empleados a hacer su propio pozo, que controle la cantidad de Barrios Cerrados que “desvían” agua y que, en muchos casos los propietarios no pagan UN PESO. Hacer una denuncia penal al responsable de la SAT o al propio gobernador. ¡Ah!, eso no podrá hacer, porque el Gobierno provincial es el que paga los sueldos a los empleados municipales.
“Es importante dejar en claro a la ciudadanía que el responsable del agua potable y de las cloacas es la SAT, no los municipios”, dijo el intendente Pablo Macchiarola. O sea, te eligen para gobernar, tu municipio no tiene agua ni cloacas (en realidad tiene innumerables carencias), y la respuesta es “lavarse las manos” y decir “no depende de mí”. Perfecto, es así. Qué proponés entonces, para eso te eligieron y cobrás un sueldo para revertir una situación angustiante y que lleva muchos años.
“Lo que planteo es que la falta de inversión en agua potable es una falta de decisión política por parte de las autoridades provinciales”, expresa Macchiarola. Listo, apagamos la luz, bajamos la persiana y a la casa. Y cuál es la decisión política del intendente de Yerba Buena.
El problema de infraestructura, en todo Tucumán, es gravísimo desde hace décadas. Los gobernantes no solo se cansaron de prometer sin cumplir ,sino que han demostrado ineficiencia e inhabilidad para la gestión -por no entrar en el tema de la corrupción, la madre de todos los males-. Entonces, ¿para que asumen cargos con responsabilidad institucional si no serán capaces de llevar soluciones a los ciudadanos?. Esto va para Macchiarola y los 18 intendentes más que tiene Tucumán, Delegados Comunales, ministros, responsable de la SAT, gobernador y todos los que son elegidos para supuestamente resolver y no lo hacen. Hablan del Acueducto de Vipos hace 20 años, no dan solución y la gente sin agua.
La mecha de la ciudadanía está muy corta. Ojo con la explosión.
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Escribiendo esta columna llegó un mensaje a SIN CODIGO de una vecina de Yerba Buena. La mujer vive en Caracas al 2300 -primera paralela a la avenida Aconquija hacia el norte-, de esa ciudad. “Estoy indignada con el intendente que tenemos, Macchiarola. Toda Yerba Buena un caos. A la falta de agua, la inseguridad, ahora se suma el caos vehicular”, comenta la vecina. “Mi calle corre de este a oeste, y no solo circulan en esa mano sino en contramano, que está prohibido. Los autos estacionan en doble fila en una calle angosta. Nadie controla nada”, finalizó.
Hay que aprender, como ciudadanos, a no acostumbrarse a los políticos que no están aptos para gobernar. Hay que empezar a exigir y ser implacables en el control de la (no)gestión.
TICHO para SIN CODIGO