El crudo relato del famoso tenista Boris Becker, ganador de 49 títulos en el circuito de la ATP, sobre su vida en la cárcel
En un país serio, el que delinque es juzgado como cualquier persona y es condenado, sin importar si es famoso, millonario o poderoso. La Ley es igual para todos. Está el dicho que dice: “Ley pareja no es rigurosa”.
El ex tenista. luego de casi ocho meses en una prisión del Reino Unido, fue deportado a Alemania (su país natal) donde fue liberado tras cumplir meses tras las rejas de una condena de dos años y medio. Fue condenado por haber ocultado activos y préstamos, por un valor de 2.9 millones de euros, para evitar pagar sus deudas.
“Quien diga que la vida en prisión no es dura y no es difícil, creo que está mintiendo. Estuve rodeado de asesinos, narcotraficantes, violadores, traficantes de personas, delincuentes peligrosos. Luchas todos los días por sobrevivir. Rápidamente tienes que rodearte de los chicos rudos, como yo lo llamaría, porque necesitas protección”, contó.
Continuó: “Dentro no importa que yo fuera tenista, la única moneda que tenemos dentro es nuestro carácter y nuestra personalidad. Eso es todo, no tienes nada más. Al principio no tienes amigos, estás literalmente solo y esa es la parte más difícil, realmente tienes que profundizar en ti mismo sobre tus cualidades y tus fortalezas, pero también tus debilidades”.
“Nunca esperé lo bueno y ciertamente no esperaba lo malo, pero soy un sobreviviente, soy una galleta dura, he tomado las sanciones, he tomado el encarcelamiento pero también he tomado la gloria y en todo caso, esto me hizo un hombre mejor y más fuerte”, concluyó.
Existen otros casos de famosos y poderosos que fueron enjuiciados y encarcelados. Por nombrar dos casos recientes está el del futbolista brasileño, Dani Alves, actualmente encarcelado en Barcelona a causa de una denuncia por violación de una mujer en una discoteca de dicha ciudad española.
Un ejemplo más de que los poderosos no tienen “coronita” en un país serio. Donald Trump, ex presidente del país más poderoso de la tierra, EE.UU., está acusado de corrupción. El gran jurado de New York lo citó para leerle los cargos y él debió presentarse en tribunales como cualquier ciudadano de a pie.
La Justicia Argentina debería tomar nota y empezar a hacer las cosas como corresponden para poder pensar en que, algún día, seremos un país en serio.
