¿Unidad peronista en Tucumán? Sí, pero… ¿con o sin Javier Noguera en la lista de candidatos?

La necesidad de unidad en el peronismo tucumano rumbo a las elecciones del 26 de octubre es evidente. Pero la gran incógnita es si esa unidad incluye o no al ex intendente de Tafí Viejo

Por SIN CODIGO

La política tucumana se mueve al ritmo del calendario electoral. Con la vista puesta en las legislativas nacionales del próximo 26 de octubre, en el peronismo provincial hay una consigna clara: ir unidos o perder terreno ante La Libertad Avanza, que sigue al acecho y se frota las manos ante cualquier signo de división en el oficialismo.

Sin embargo, la unidad no será tan sencilla de sellar. El principal escollo tiene nombre y apellido: Javier Noguera, actual legislador, referente del sector disidente al jaldismo dentro del PJ, e integrante del espacio “Fuerza Patria” -anti Milei-, junto a legisladores y dirigentes como el diputado nacional, Pablo Yedlin, y otros dirigentes con una postura más cercana al kirchnerismo.

El conflicto tiene antecedentes: desde hace meses, este sector venía marcando diferencias con el gobernador Osvaldo Jaldo por su posición dialoguista con el Gobierno de Javier Milei. En contraposición, Fuerza Patria adoptó un tono marcadamente opositor a la Casa Rosada, tratando de construir un perfil más duro, más “nacional y popular”.

El giro de Manzur y el sacudón interno

Todo parecía encaminado a una interna feroz, hasta que el pasado 9 de julio, el ex gobernador y actual senador Juan Manzur dio un giro inesperado. En un gesto que sorprendió a propios y ajenos, Manzur selló un acercamiento político con Jaldo. Desde entonces, los movimientos se aceleraron: una reunión a solas entre ambos líderes terminó de delinear la estrategia de unidad que se oficializaría en la próxima reunión del Consejo Provincial del PJ.

Manzur habría comunicado a sus aliados -entre ellos Noguera- que la unidad era un hecho y que, como gesto de integración, se barajaba la posibilidad de incluirlo en la lista de candidatos a diputados nacionales. No en el primer lugar, como pretendía el taficeño, sino en el segundo o incluso en el tercero.

Un encuentro frío y señales claras

Este miércoles, Jaldo y Noguera se reunieron cara a cara. Aunque no trascendieron detalles precisos, las declaraciones posteriores y el lenguaje corporal lo dijeron todo: habría sido una cumbre tensa, con poco entusiasmo y caras largas. Todo indicaría que el gobernador le habría marcado la cancha: unidad sí, pero bajo sus condiciones.

Según fuentes cercanas al oficialismo, Jaldo no estaría dispuesto a ceder ante las exigencias de Fuerza Patria y no vería con buenos ojos incluir a Noguera en los primeros puestos de la lista, e incluso no descartaría excluirlo por completo.

La respuesta de Noguera, inusualmente moderada, fue un mensaje entre líneas. Dijo estar dispuesto a renunciar a sus aspiraciones personales “en pos del bien común” y reconoció la importancia de evitar una derrota. Fue una señal clara: de gallito confrontativo a paloma resignada, Noguera pareció asumir que hoy, el que reparte el mazo es Jaldo.

¿Unidad o sometimiento?

La pregunta que sobrevuela ahora es qué tipo de unidad está construyendo el peronismo tucumano. ¿Una unidad real y consensuada? ¿O una unidad impuesta, donde los disidentes aceptan sin chistar para no quedar fuera del reparto?

Aún falta definir si Noguera tendrá un lugar en las listas, pero lo que ya está claro es que la unidad se hace en torno a Jaldo. Y que el peronismo, para enfrentar el avance libertario, no tiene margen para caprichos ni para aventuras personales. Quien no lo entienda, quedará afuera.

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