El hombre se arrojó de un séptimo piso al verse acorralado por los efectivos. Actuó con un cómplice que quedó detenido
Dos delincuentes se disfrazaron de plomeros para entrar a robar a un edificio céntrico de la Ciudad de Córdoba, pero todo terminó de la peor manera: uno de ellos se arrojó por el balcón desde un séptimo piso y murió, mientras que su cómplice fue detenido por la policía.
El hecho ocurrió este jueves al mediodía, en Cañada y 9 de Julio, en la capital cordobesa. Los delincuentes lograron burlar la seguridad e ingresaron vestidos con mameluco de trabajo de color azul. Fueron directamente hacia el departamento de una jubilada, le tocaron la puerta y le mintieron diciéndole que tenían que reparar una pérdida de agua.
Al entrar a la vivienda, los ladrones redujeron a la víctima, la maniataron y la dejaron en el piso mientras comenzaron a revolver todo el lugar buscando cosas de valor. A los pocos minutos, un vecino escuchó ruidos extraños y llamó al 911.
Cuando llegaron los patrulleros, los delincuentes intentaron escapar. Uno de ellos tomó la determinante decisión de tirarse por el balcón, que daba al pulmón del edificio. Primero tiró almohadas al suelo para amortiguar la caída, pero las heridas fueron graves y terminó internado en grave estado. A las pocas horas se confirmó su muerte.
El segundo ladrón tomó otro camino y salió por una ventana que da a otro edificio lindero. Todo quedó filmado. De a poco, fue bajando hasta llegar al primer piso, donde se mantuvo parado a 4 metros de altura, sostenido sobre un aire acondicionado, mientras los vecinos lo miraban desde abajo.
Algunas personas le gritaban que se tire y los efectivos esperaban debajo para atraparlo. Finalmente, después de varios minutos de tensión, el hombre logró bajar y quedó detenido. Sufrió algunas lesiones en sus piernas, pero está fuera de peligro y en condiciones de ser indagado por la fiscalía. En su poder, tenía los 70 mil pesos que le había robado a la jubilada.
Se hizo justicia.
