Según encuestas de Sin Codigo, el 90% de los tucumanos prefieren UBER
UBER o TAXI, TAXI o UBER, una situación que, en Tucumán, ya estaría bien claro. A juzgar por las preferencias de los ciudadanos, UBER se llevaría los laureles. Sin embargo, desde lo legal no estaría nada claro.
Como se sabe, UBER es una aplicación mundial y nacional, exitosa, que tuvo sus inconvenientes en diferentes ciudades con los taxistas. Pero en muchas de ellas, quizás por sentido común ya que es un servicio ampliamente aceptado por la calidad de su servicio, seguridad y precio accesible, aprendieron a convivir con los taxistas.
En Tucumán, todavía existe una “guerra” entre ambos servicios, y las autoridades provinciales y municipales no se animan a tomar una decisión o encontrarle una salida para que ambos servicios puedan trabajar libremente.
Por más prohibición que haya hacia UBER, la abrumadora demanda de su servicio por parte de la población, hace que las autoridades tengan una actitud dubitativa. ¿Se van a poner en contra de los tucumanos?, ¿van a impedir que trabajadores ganen dignamente su plata?.
El TAXI, un servicio que existe en todo el mundo, en Tucumán ha perdido credibilidad en los últimos años: quizás es más caro porque pagan muchos impuestos pero, son autos viejos y descuidados, sucios en su mayoría -salvo contadas excepciones-, choferes (unos cuantos) mal educados, mal vestidos y, algunos malolientes. Se puede agregar, también, inseguros en relación a los UBER. Estos últimos, al estar dados de alta en una aplicación, tienen los datos del conductor, un recorrido predeterminado y un precio pactado. La aplicación detecta si el chofer se desvía de su itinerario y si hasta se detiene en un lugar incorrecto. Eso da tranquilidad al usuario o, en caso de un menor, a sus familiares.
A mediados de junio pasado, los taxistas de la ciudad iniciaron un paro y movilización -frente a la Municipalidad de San Miguel de Tucumán- encabezados por el gremialista Julio Rodríguez, en protesta contra las aplicaciones digitales de transporte como UBER. (N.R. Rodríguez recibiría un contrato de la Comuna Los Bulacios pero, según él, estaría “trabajando” en el ámbito del Ministerio de Desarrollo Social. No se sabe en qué horario lo haría y cómo compatibilizaría su función de taxista, gremialista y el ministerio). Luego de unas horas de tensión, ambas partes -taxistas y funcionarios del municipio- firmaron un acta de compromiso, donde dejaron pactado que la Municipalidad cumplirá con los controles contra los autos particulares que levantan pasajeros utilizando aplicaciones de viaje. Por su parte los conductores de taxi aceptaron esta propuesta y levantaron el paro.
Ahora, nuevamente, un grupo de taxistas autoconvocados organiza un “acampe” fuera del edificio municipal, en 9 de Julio y Lavalle, para reclamar una vez más por las bajas en la actividad desde la llegada de UBER a la provincia. Será el próximo 14 de agosto.
La idea de los gremialistas es congregarse fuera de la Municipalidad de San Miguel de Tucumán desde las 8.30, y permanecer allí hasta que haya una respuesta de parte de la Intendencia. La medida de fuerza incluirá el cese de actividades de los trabajadores que se adhieran.
“Firmamos un acta con la Municipalidad que nunca se respetó; no hubo ningún secuestro ni ningún control importante hasta el momento y nuestra actividad está cada día peor. Y como las autoridades competentes -tanto municipales como provinciales- no se hacen cargo, no queda otra que hacer un paro”, dijo un taxista en un audio que difundió entre los choferes. “Ya saben los compañeros; ya se consiguieron los gazebos y las ollas. Comeremos ahí y permaneceremos hasta que nos den una solución porque esto no va más. La lucha es de todos juntos, desde el día cero, y el beneficio será para todos”, expresaron. Un verdadero acto de extorsión.
Lo que no dicen los gremialistas del taxi es que, el 50% de ellos, trabajan como UBER. ¿No parece lógico, verdad?. Entonces, ¿están todos los taxistas en contra de UBER, o es sólo una lucha gremial?.
La intendente de la capital, Rossana Chahla, la ve. Hasta ahora demostró que es una funcionaria que parece tener sentido común. Sabe que los ciudadanos tienen, en su inmensa mayoría, preferencia por UBER. ¿Se vá a poner en contra?. No come vidrios. Por lo tanto, estaría preparando un proyecto para “blanquear” el servicio. La idea sería que ambos servicios tributen por igual, y que la gente elija el servicio que más le convenga.
Probablemente, antes del 14 de agosto -día de la movilización de los taxistas- haya novedades desde la intendencia.