La denuncia fue radicada por la supuesta víctima, este sábado, en la Comisaría Sexta de San Miguel de Tucumán
La denunciante M.S.P., de 19 años, empleada de la Policía de Tucumán, se presentó en la Comisaría para dejar asentada la denuncia.
Según M.S:P. el día viernes 21 de noviembre, por la tarde, su compañero, también empleado de la Policía de Tucumán, A.A.O., de 25 años, la invitó a su departamento para tomar un helado. La presunta víctima aclara que conocía a su amigo hace tiempo y que nunca notó nada raro, por lo cual accedió a la invitación.
Según su relato, al terminar el helado, el acusado comenzó a tocarle el cuerpo -brazos y piernas- y besarle la boca y cuello. Le pidió que parara pero él continuó. “Intenté sacarlo de encima pero me arrojó sobre la cama y se subió encima para que no me vaya”, y continúa: “Le repetí muchísimas veces que deje de hacerlo pero ante su negativa, comencé a gritar para que los vecinos adviertan de la situación”.
Lejos de parar, el supuesto abusador continuó: “Entonces se subió un poco más arriba apoyándome sus partes íntimas sobre mi cara y frotándolas reiteradas veces, pidiéndole por favor de manera inalcanzable que se detenga”, relata la denunciante.
Continúa: “Ante mis gritos, me soltó pero no me quería abrir la puerta para que yo me retire, privándome de salir varios minutos. Luego, logré irme del lugar”.
Según la denunciante, accedió ir al departamento del amigo porque estaba pasando un delicado momento familiar y necesitaba hablar y desahogarse. Sin embargo, sintió que se aprovecharon de su vulnerabilidad.
“Solicito a las autoridades que tomen cartas en el asunto porque no deseo que esta persona se me acerque, solicitando una prohibición de acercamiento en su contra. Es mi denuncia y acuso al autor del hecho delictivo”, finaliza.
