La sentencia es de tres años de prisión condicional, nueve de inhabilitación para conducir y $90 millones de resarcimiento
“Me declaro culpable por el hecho, por haber ingerido bebidas alcohólicas y estaba conduciendo rápido. Quería ofrecerle disculpas otra vez a la familia. Estoy muy arrepentido, me siento triste; voy a cargar con esto toda mi vida”, dijo Gonzalo Nicolás González, de 29 años, acusado de chocar y que le costó la vida del taxista Carlos Robles, de 28 años.
A través de un juicio abreviado, González fue condenado a tres años de prisión condicional, nueve años de inhabilitación para conducir y ofreció un resarcimiento económico valuado en $90 millones.
El fatal siniestro ocurrió el 24 de abril de 2023, en la capital tucumana. Alrededor de las 6.20, Robles iba a bordo de su auto por la calle San Miguel. Al llegar a la intersección con la calle Marcos Paz, González, quien conducía una camioneta Amarok a 107 kilómetros por hora y bajo los efectos del alcohol, al no detener la marcha en dicha intersección embistió el auto de Robles, provocando que el taxista perdiera la vida al instante.
Los análisis toxicológicos practicados a Robles y a González, arrojaron que el imputado tenía 1.42 gramos de alcohol por litro de sangre, mientras que la víctima dio resultado negativo.
“En la calle Marcos Paz empezó a acelerar y cada vez iba más fuerte. Yo le decía que bajara la velocidad, que me quería bajar pero González no me contestaba y seguía acelerando. Esperaba cualquier cosa porque en cada esquina que pasaba iba muy fuerte. Lo único que atiné fue a agacharme y agarrarme del respaldo del asiento del conductor. Pasamos tres cuadras a toda velocidad y cuando levanté la cabeza vi una franja amarilla que era del taxi; escuché gritar a mi hermano y ahí fue que se produjo el impacto. Cuando llegaron los policías se me acercó González y me pidió que dijera que él no iba manejando”, contó uno de los jóvenes que acompañaban a González.
“Se cierra un proceso doloroso para mí y para mi hija. Cada audiencia para mi era un sufrimiento constante. Que se cierre la investigación de esta manera significa tranquilidad y paz en mi familia. A partir de ahora voy a poder hacer el duelo en paz junto con mi bebé. Con esta condena sé que mi marido descansa en paz” manifestó Johana, esposa de la víctima fatal, luego de la audiencia. Respecto de la reparación económica, dijo que “es algo que me va servir para afrontar los gastos cotidianos de mi hija, como así también permitir que ella pueda estudiar”