“No puedo comprar ni una aspirina”, comenta la señora angustiada
Silvia Rojas, de 80 años, fue dada por muerta por el Registro Civil de Tucumán y hace un mes que no puede cobrar la jubilación.
La jubilada le contó a TN que fue su sobrino quien se dio cuenta del error, cuando intentó cobrar la jubilación de diciembre y observó que la plata no estaba. A partir de ese momento empezó la odisea.
“Mi sobrino, que siempre nos hace los trámites y todo lo demás, me dice ‘vas a tener que ir al organismo porque hay un inconveniente aparentemente con tu sueldo, no sé de qué se trata’”, contó Silvia, quien inmediatamente se dirigió a las oficinas del organismo.
La respuesta que recibió la dejó atónita: “Me dijeron ‘usted no cobra porque está fallecida desde el 12 de diciembre’”.
La mujer les mostró el documento para constatar que se trató de un error y demostrar que en realidad está viva. Por lo que el personal le indicó iniciar un trámite de reclamo.
Silvia tuvo que llenar un formulario de solicitud de revisión de fallecimiento y hasta que la situación se regularice no podrá acceder a su jubilación.
“Dos meses sin cobrar. Ya directamente serían tres, porque no cobro diciembre, ni voy a cobrar enero”, lamentó y remarcó la etapa del año en la que le pasó esto, ya que en diciembre también tenía que cobrar el aguinaldo.
Además, otro de los inconvenientes que atraviesa es que durante la época festiva, los feriados, los días no laborables y los asuetos dilatan aún más la agilidad del trámite, y ella necesita una solución urgente porque cuenta con ese dinero para subsistir.
Su indignación es doble, porque más allá de la plata, tampoco puede acceder a la atención médica ni obtener los remedios: “Ahora no tengo nada, no tengo ni siquiera la obra social, que es lo importante. Si yo tengo una situación tengo que ir al hospital porque no tengo PAMI”.
“Yo tengo 80 años, obviamente que con todos los problemas que tiene uno con esa edad, felizmente he podido llegar. Pero yo tengo consultas médicas permanentes, los remedios que son mensuales y fijos. Hoy no puedo comprar una aspirina”, lamentó.
Por último, Silvia pidió que se agilice el trámite y arreglen de inmediato su situación, ya que se trató de un error del organismo en el que ella no tuvo nada que ver.
“Todo el mundo está de festejo, pero yo necesito una solución ya”, concluyó la mujer en medio del dolor que sufre.
