El Gobierno provincial aplicará desde enero incrementos superiores al 28% en los tributos clave. Empresarios y contribuyentes advierten una mayor presión fiscal. Crecen las críticas por el elevado presupuesto legislativo
El Gobierno de Tucumán oficializó un aumento en los montos fijos del Impuesto sobre los Ingresos Brutos y del Impuesto de Sellos, que entrará en vigencia el 1 de enero de 2026. La actualización supera el 28%, Decretos 3623/3 y 3624/3.
La medida impactará tanto en actividades comerciales como profesionales, productivas y de servicios, ya que se elevan los valores mínimos que deben abonar los contribuyentes. En el caso de Sellos, también se incrementan los montos aplicados a contratos, actos notariales, certificaciones y protestos.
Argumentos oficiales y cuestionamientos
Desde la Casa de Gobierno señalan que la actualización busca evitar la pérdida de valor real de la recaudación y sostener el funcionamiento del Estado provincial. Argumentan que la suba es necesaria para “acompañar el contexto económico”, marcado por inflación sostenida y aumento de costos operativos.
Sin embargo, la decisión generó malestar entre sectores empresarios, comerciantes y profesionales independientes. Consideran que el incremento de impuestos llega en un momento de fuerte desaceleración económica y podría profundizar la caída de la actividad.
La Legislatura, otra vez en el centro del debate
El anuncio no pasó desapercibido en el ámbito político, especialmente porque se da mientras la Legislatura de Tucumán continúa siendo señalada como una de las más costosas del país. Críticas de la oposición y de organizaciones civiles recuerdan que el gasto del cuerpo parlamentario crece año tras año, sin correlato con medidas de austeridad.
En redes sociales y comunicados públicos, referentes opositores señalaron la contradicción entre ajustar impuestos mientras no se reduce el gasto político, especialmente en una institución que ya ha sido cuestionada por su estructura sobredimensionada y elevados costos de funcionamiento.
Un contexto de tensión económica
El debate tributario se suma a un año cargado de tensiones financieras y políticas. La discusión sobre la reforma fiscal ya había generado polémica en sesiones previas de la Legislatura, con acusaciones cruzadas por el impacto económico y la falta de reformas estructurales.
Para empresarios y economistas locales, el aumento de impuestos sin señales claras de ordenamiento del Estado podría ralentizar aún más la economía en 2026, especialmente para pequeñas y medianas empresas, uno de los sectores más sensibles a los cambios impositivos.
Lo que viene
Los nuevos valores comenzarán a regir con el inicio del próximo ejercicio fiscal. Se espera que en las próximas semanas se conozcan las primeras reacciones formales de cámaras empresariales, sindicatos y sectores políticos.
Mientras tanto, la discusión vuelve a poner sobre la mesa una pregunta recurrente en Tucumán: ¿Es sostenible seguir aumentando la presión tributaria sin reducir el gasto político?
