Con el radicalismo debilitado y Fuerza Republicana desgastado, en Tucumán, hoy, no existe una verdadera oposición
Tucumán lleva prácticamente 40 años gobernada por el peronismo, salvo unos meses de intervención federal en el año 1991, y cuatro años de gobierno de Fuerza Republicana (1995-1999).
Muchos partidos provinciales, y algunos nacionales, intentaron construir una oposición en la provincia pero no tuvieron éxito. Hubo radicales como José Cano que quedaron en las puertas de ganar la gobernación, como en el año 2015. Sin embargo, como pasó siempre en la provincia, con denuncias de irregularidades y escándalo de por medio, el peronismo terminaba triunfando (Juan Manzur-PJ). Anteriormente, en el año 1999, pasó algo insólito: Ricardo Bussi era el candidato a gobernador y, la noche de las elecciones, se fue a dormir como ganador (contra Julio Miranda-PJ) y se despertó perdedor. Son esas cosas raras que pasan en Tucumán.
A partir de todos estos hechos, estos partidos “opositores” fueron mutando. Ricardo Bussi se volvió funcional al peronismo, es el eterno candidato en toda elección que se realice a nivel provincial o nacional. Nunca se pone de acuerdo con otro partido, lo que ocasiona dividir el voto opositor en Tucumán. José Cano se fue diluyendo en internas de su propio partido, un partido que después de Alfonsín y De la Rúa, no supo encontrar el norte.
En las elecciones del 2021, los radicales que conformaban Juntos por el Cambio, hicieron una muy buena elección. Envalentonados por esos resultados y la crisis económica del país, ya se creían que ganaban la gobernación de la provincia (2023), y comenzaron con la guerra de egos entre Mariano Campero (intendente de Yerba Buena), Germán Alfaro (intendente de San Miguel de Tucumán), Roberto Sánchez (intendente de Concepción) y Sebastián Murga (presidente Sociedad Rural Tucumán). Todos querían encabezar la fórmula para gobernador; y así fueron perdiendo tiempo y desgastandose. Vale aclarar que Campero y Murga se allanaron, mientras que Alfaro y Sánchez estuvieron a punto del quiebre (cuando se pusieron de acuerdo ya era tarde). Mientras, los peronistas (que no hay que darles ventaja porque te llevan puesto) fueron sellando la unidad y encolumnando a todos detrás de un líder (Jaldo).
Por supuesto que el peronismo, con todo en contra, volvió a ganar la gobernación en 2023. Pueden decir muchas cosas de esas elecciones, pero Sánchez y Alfaro hicieron todo para perder. Ya sea por errores propios, por falta de militancia, por tibieza, por subestimar al peronismo, por traiciones, pero en el 2023 no ganó el peronismo: PERDIÓ JUNTOS POR EL CAMBIO.
Con todo esto, hay un partido provincial llamado CREO, que nació en 2020. Su líder es Sebastián Murga, presidente de la Sociedad Rural de Tucumán. Estuvo con Juntos por el Cambio y tienen una diputada nacional: Paula Omodeo. Está formado por jóvenes “que hartos de la política que nos gobierna hace años, deciden involucrarse y dar un paso. Cada vez somos más”, dicen en su descripción. Hasta ahora, es el único partido que se manifiesta, concretamente, contra políticas de la provincia, como por ejemplo, la manifestación que hacen cada 29 del mes frente a la legislatura en contra de la dieta elevada que cobran.
Es un partido nuevo, con muchos jóvenes, y pareciera ser que con ganas. ¿Será el nuevo espacio opositor o Tucumán será por siempre peronista?.
TICHO para Sin Código Tucumán