Alfaro y Sánchez rompen la esperanza de ir juntos en una elección provincial donde todo indica que el oficialismo se quedará con la gobernación y la intendencia de la Capital
Los dos sectores con más chances de ganar al oficialismo provincial, liderados por el intendente de San Miguel de Tucumán, Germán Alfaro y Roberto Sánchez, de la UCR y actual diputado nacional, están a punto de concurrir divididos a la elección del próximo 14 de mayo en Tucumán.
Luego de idas y vueltas y a nada de la finalización del tiempo de juntarse, ninguno muestra interés en un acercamiento. Es evidente que las mezquindades, los egoísmos y el poco patriotismo son más fuertes que el deseo de muchos tucumanos de que se unan y enfrenten al oficialismo.
Este lunes, a las 20 horas, vence el plazo para la presentación de alianzas, y luego de que el sector de Sánchez inscribiera a Juntos por el Cambio, una dirigente cercana a Alfaro inscribió al Frente Juntos para Cambiar Tucumán.
Alfaro está convencido que es el adecuado para ser gobernador de la provincia. Sánchez piensa lo mismo. Todo parece que no llegarán a ningún acuerdo. Cualquiera en Tucumaán sabe que separados es muy difícil enfrentar a un fuerte oficialismo.
En caso de que sigan sin ponerse de acuerdo y vayan a las elecciones por separado, no solo podrían garantizar el triunfo del peronismo en Tucumán, sino que se acrecentarán las chances para los justicialistas de recuperar la intendencia de la Capital, con la Dra Chahla, quien aparece bien posicionada en las encuestas.
De lo que no son conscientes, tanto Alfaro como Sánchez, es que esta situación, de no ponerse de acuerdo, la gente no les perdonará. Que piensen que son los mejores individualmente porque será la última chance que tendrán en Tucumán. La gente cansada de todo espera gestos de grandeza y no mezquindades. Todo esto, la población no olvidará ni perdonará.