El organismo que debería defender los derechos de los ciudadanos, tiene un titular al que no se le conoce ni la cara ni la voz
La Defensoría del Pueblo debería atender las inquietudes de aquellas personas que se sientan afectadas por actos, hechos u omisiones de la administración y de prestadores de servicios públicos entre otras funciones.
El Defensor actual se llama Eduardo Cobos, un peronista de larga trayectoria en funciones ejecutivas y legislativas. Fue electo Defensor del Pueblo en el año 2021 hasta el 2026 por la Legislatura de la provincia (lo que había ocasionado la ruptura entre el entonces gobernador, Juan Manzur, que tenía su candidato, y el entonces vicegobernador, Osvaldo Jaldo, que logró imponer a Cobos).
Tucumán tiene muchísimos problemas estructurales y de gestión y entre ellos, los más urgentes para la ciudadanía son: la SAT (agua), EDET (luz), aumentos de tarifas y transporte de pasajeros deficiente y luego problemas con bancos, prepagas, planes de ahorro, por nombrar algunos, aunque la lista es extensa.
Sin embargo, el tucumano se siente totalmente desprotegido ante el avasallamiento de funcionarios “que no funcionan” y que ponen en peligro la salud y el buen vivir de la gente. Es de suponer que, el señor Eduardo Cobos debería estar permanentemente defendiendo públicamente los derechos de los tucumanos. Pero no es así, al señor no se le conoce ni la cara ni la voz. Es más, muchos se estarán enterando por esta nota que existe un Defensor del Pueblo que tiene una tremenda estructura, con cientos de empleados y que cobran un sueldo del Estado, es decir, con la tuya.
Es hora de reclamar que los funcionarios cumplan con sus obligaciones y si no, exigir que se vayan a sus casas y asuman personas que realmente vean por las necesidades de la población.
TICHO para Sin Código Tucumán
