En la primera reunión de los gabinetes provincial y municipal en conjunto, las gestiones de Salud y Desarrollo Social provincial fueron señaladas por Rossana Chahla como las dificultades que tiene su administración capitalina para coordinar
La intendente de San Miguel de Tucumán, Rossana Chahla, fue recibida por el gobernador Osvaldo Jaldo. En ese encuentro, la jefa municipal planteó la necesidad de articular la gestión entre Provincia y Municipio en beneficio de los vecinos, en especial en el área de Salud, a cargo de Luis Medina Ruíz. Algunas de las quejas fueron la supuesta tardanza -o retaceo- de las vacunas para la gripe, la gestión de los turnos médicos y la no contención de familiares de enfermos de los grandes hospitales.
“La vacuna es apartidaria, es un derecho de todos. Necesitamos vacunas para nuestra gente en el área de Salud. Tenemos 260 personas trabajando en salud y pedimos la vacuna de la gripe para los adultos mayores, que van a hacer talleres. Las vacunas no pueden estar en una conservadora”, afirmó.
“Si tenemos 100.000 dosis las tenemos que poner a las 100.000 dosis en la gente. Quedarnos sin vacunas es bueno, quedarnos sin vacunas significa que todas están puestas”, insistió´.
“Cuidarla; tenerla en una conservadora, no sirve”, advirtió. “Nos falta articular eso, que es tan fácil, tan sencillo. O gestionar un turno, por ejemplo. Nosotros recorremos los barrios y la gente pide un turno con un traumatólogo, con urólogo y entonces a quién hablamos, a quién llamamos, ¿al ministro vamos a llamar por un turno?… no. Queremos comunicación, queremos contacto, que alguien articule, lo que se llama referencia y contra referencia. Necesitamos un interlocutor válido que sepa resolver los problemas de la gente“, detalló.
La funcionaria también comentó el pedido que le hizo al ministro de Salud en la reunión: “Hay mucha gente esperando por los enfermos en el Paseo Alberdi (frente al Hospital Padilla) han hecho carpas, tenemos que tener lugares para que esas familias tengan contención. Hay que hacer un espacio dentro del hospital, alquilar una casa, no lo sé, pero tenemos que darles un lugar y no que estén en el espacio público (acampando)”. Y agregó “tenemos que buscarles un lugar, no podemos dejarlos en la calle, están angustiados, tenemos que ser más humanos”.
Otra gestión “cuestionada” es la de Desarrollo Social, a cargo de Federico Masso. “No tenemos mucha vinculación (con Desarrollo Social). No encontramos el camino, el diálogo o la forma de articular. Nosotros buscamos articular con centros vecinales para que el día de las inundaciones salir juntos. Ese día no se asiste con un colchón o con una heladera, (ese día) debemos estar acompañando, ofrecer (como el caso de nosotros) el refugio nocturno, ver a sus familias, ayudarlos a llegar a algún familiar si quieren pasar la noche (allí). Nosotros entendemos y hemos trabajado muchísimo en inundaciones y esa coordinación no faltó, en poder llegar a las casas y hacer un diagnóstico social rápido, si estaba abierta la escuela y cuando fuimos no estaba abierta”.