Hoy, aparte de estar destruidas, se usan como lugares de ferias, exposiciones, propaganda política y no para los fines que fueron creadas
Las plazas urbanas son lugares de paseo y de estancia que se convierten en la gran sala de estar de las ciudades. Son los grandes jardines de los conglomerados urbanos. Las grandes ciudades tienen más edificios que casas y las plazas son el pulmón verde que permite oxigenar.
Son espacios contenedores de áreas verdes y estimuladores de actividades físicas. O, simplemente, un lugar para sentarse y disfrutar del sol y del paisaje.
En Tucumán, las plazas están descuidadas, destruidas, con cada vez menos verde, invadidas de sillas y mesas de bares, carpas que realizan ferias artesanales o que son mercados a cielo abierto (venden carnes, verduras, diferentes alimentos, ropas, calzados, etcétera). Se ha distorsionado el concepto original de lugar verde para respirar tranquilos, caminar o correr.
Recuperando las plazas barriales podrían destinarse, algunas, con fines artesanales o de exposiciones, pero no todas las plazas.
La Plaza Independencia, en vez de ser un gran pulmón verde del microcentro tucumano, la han transformado en una manzana de cemento, con pocos árboles y un mega lugar para encuentro de manifestantes.
La Plaza Urquiza, un lugar que siempre fue para disfrutar con caminatas o tratar es, actualmente, una feria ambulante con invasión de mesas y sillas de bares que se adueñaron del espacio público. Es imposible sentarse y disfrutar de la naturaleza.
Se podría seguir enumerando otras plazas, como San Martín, Belgrano, Irigoyen y tantas otras que perdieron la magia para las que fueron creadas.
Es necesario exigir a las autoridades recuperar “El Jardín de la República”, por la salud de todos sus habitantes.