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Además, el paisaje es del siglo XIX (la era del anarquismo) con calles de tierras, la gente sigue usando los carros tracción a sangre, no hay cloacas ni agua potable

El anarquismo es una doctrina política que pretende la desaparición del Estado y de sus organismos e instituciones representativas y defiende la libertad del individuo por encima de cualquier autoridad.

Si alguien observa Tucumán, podrán ver que es una provincia SIN LEY, donde hay un Estado ausente. Las instituciones no funcionan como corresponde. El Estado se ha transformado solo en una agencia colocadora de empleos.

La Policía hace lo mínimo indispensable. Casi nadie la respeta. Está poblada por miles de agentes jóvenes de dudosa capacitación (no porque ellos no sean capaces sino porque es dudoso el tiempo de preparación antes de mandarlos a las calles) que, en la mayoría de los casos, cumplen funciones de vigías de algunas esquinas del macrocentro en horario comercial. No está claro cuál es su función porque en sus narices pasan motos con 4 personas arriba, sin cascos y miran para otro lado; o cuando hay algún corte espontáneo en el microcentro, ellos están parados como estatua.

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Los edificios públicos están destruidos, sucios, sin adaptabilidad para discapacitados y con una pésima y deplorable atención por parte de su personal, salvo algunas excepciones.

El tucumano en la calle hace lo que quiere: cruza la calle por donde quiere y sin respetar semáforo. Automovilistas que tampoco respetan los semáforos, ni las sendas peatonales, no usan guiño para girar, estacionan en doble o triple fila, no usan cinturón de seguridad y van hablando por celular mientras manejan. ¿Las motos?: una pesadilla. Nadie lleva casco puesto en su cabeza (lo llevan en el codo), es habitual ver más de 3 personas montadas en esos vehículos, muchas veces son bebés o niños. Jamás respetan un semáforo. Usan las veredas para circular en muchas ocasiones sin respeto al peatón. Como verán, nadie (ni peatón, ni autos ni motos) respetan los POCOS semáforos que funcionan.

Si a dos o tres personas se les ocurre cortar las calles por cualquier motivo, puede hacerlo libremente, aunque ello ocasione un caos vehicular. Lo hacen donde y cuando quieren. Por ejemplo: Ayacucho esquina San Lorenzo, todas las mañanas 5 o 6 personas se les ocurre cortar esa esquina sin importar el caos que ocasionan. No se discute si tienen o no fundamentos de protesta pero no se puede hacer lo que a uno le salga de la conciencia sin tener consecuencias.

¿Querés hacer un asado en la vereda de tu casa?, no hay problema, en Tucumán podés hacerlo. Por ejemplo, en la vereda de calle Marcos Paz al 800 (frente a un kiosco) podrás ver que los muchachos cada tanto se hacen un asadito en plena vereda.

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Además, el paisaje tucumano acompaña a la ideología anarquista: calles de tierra y, las pocas que están asfaltadas, están hechas pedazos. Veredas, muy pocas y destruidas. ¿Cloacas y agua potable?, qué es eso. Vehículos que pueden circular como quieran: sin puertas, sin luces, sin paragolpes. ¿VTV?, para los inocentes. Si alguien no conoce los que es un carro tirado a caballo, puede llegarse por Tucumán que seguramente verás pasar alguno. ¿Alguien respeta los límites de velocidad?, nadie.

Quien iba a pensar que, dos siglos después, Tucumán seguiría viviendo en ANARQUÍA. Un motivo para que Sergio Giobellina pueda promocionar el turismo en la provincia: una recorrido por el único pueblo anárquico del siglo XXI.

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