Los políticos de la provincia viven una “realidad paralela”
“Me gustaría ser intendente de la Capital” dijo, sin ponerse colorado, el ministro de Desarrollo Social de Tucumán, en una entrevista.
Si lo dijo en serio, no es el momento; si fue una expresión de deseo, fueron declaraciones irresponsables. Masso, desde el momento que está en la función pública, debe cuidarse de lo que dice y, muchos más de lo que hace. Decir “me gustaría ser intendente de la Capital” públicamente, en un medio de comunicación, puede ocasionar inconvenientes políticos innecesarios en estos momentos.
Lo llamativo, es que siendo un ministro del Ejecutivo provincial, haga declaraciones políticas aspiracionales mientras depende de un Jefe -Osvaldo Jaldo– que se caracteriza por tener todo medido y bajo control.
Más que una “metida de pata” del cuestionado ministro Masso, ¿no será que ya se siente afuera del Gabinete provincial?.
Federico Masso, como la mayoría de los políticos locales, viven en un mundo -“su” mundo- que nada tiene que ver con la vida real. Se creen impunes, intocables. Con todas las irregularidades que fueron descubiertas en el ministerio que conduce el líder de Libres del Sur, con lo que significa ocuparse del hambre de los pobres, los niños abandonados, y la cantidad de vulnerables que tiene la provincia, Masso se da “el lujo” de chicanear con sus aspiraciones electorales.
El tiempo dirá.
TICHO para SIN CODIGO
