Para que una ciudad pobre, como Tucumán, se vuelva atractiva para el turismo, necesita enfocarse en sus fortalezas, aprovechar sus recursos naturales y culturales, y mejorar progresivamente su infraestructura con inversiones inteligentes.
El turismo es conocido como la “industria sin humo”. Es una actividad productiva que puede impulsar la economía local, pero necesita de decisión política para invertir (que no es un gasto) en infraestructura, darle un valor agregado y promocionar la bellezas naturales de la provincia
Muchas ciudades/pueblos de Argentina, y del mundo, viven del turismo. Lugares que, con o sin bellezas naturales, han sabido atraer a los visitantes de alguna manera: la vida nocturna, la gastronomía, los espectáculos, la historia, tradiciones, la naturaleza, etcétera. Ciudades como Tucumán, donde ya existen bellezas naturales, no se las explota debidamente por una falta de visión, o interés, por parte de los gobernantes de turno. Evidentemente, no ven el potencial económico que puede significar invertir en Turismo.
Por el Ente Tucumán Turismo pasaron presidentes que no supieron explotar el potencial de Tucumán. Hace 12 y 13 años de la inauguración de dos cadenas hoteleras de nivel mundial, en la provincia, y ahí se paró. El Aeropuerto Internacional, que recién hace dos días se confirmó su ampliación y remodelación -después de anuncios mentirosos por parte del ex gobernador Juan Manzur-, tuvo su último vuelo internacional en el año 2020. Ahora volvió a tener un vuelo a Punta Cana y, probablemente en junio próximo, se anuncien vuelos a Asunción, Paraguay.
Sería importante para los tucumanos y los vecinos de Salta, Jujuy, Santiago del Estero, Catamarca, que desde el Aeropuerto local se sumaran vuelos con destinos a provincias de Cuyo y Patagonia; y por qué no, sumar más vuelos internacionales, como a San Pablo (Brasil), Santiago (Chile), o Lima (Perú), donde funcionan grandes Hubs para conexiones a Estados Unidos o Europa. De esta manera se fomentarían, también, la llegada de turistas a Tucumán y provincias vecinas.
La Terminal de Ómnibus fue inaugurada hace 30 años, la inversión a día de hoy es muy pobre y ya se notan el paso de los años. Hay que modernizar y mantener las instalaciones adecuadamente.
Las entradas a San Miguel de Tucumán, a través de vehículos, son decadentes. La gestión municipal actual hizo algunos arreglos pero no son suficientes. Si la entrada a tu casa, que es lo primero que se ve, es fea, ya se pueden imaginar lo que hay adentro. Pero eso debería ser una tarea conjunta de todos los municipios del Gran Tucumán.
Tucumán no cuenta con un gran Centro de Convenciones. Se hicieron anuncios durante muchos años pero quedó solo en eso: ANUNCIOS. Tampoco cuenta con un Estadio para grandes eventos deportivos. Imagínense que gran atractivo turístico sería que juegue la Selección Argentina de fútbol, o un partido de Los Pumas.
La provincia no cuenta -y lo supo tener- con un lugar para jugar Bowling o una pista de hielo para hacer patinaje. Sería para el aprovechamiento de los locales y del turismo.
Salvo Tafí del Valle que está bien explotado turísticamente -explotado literalmente porque su crecimiento no está controlado por las autoridades y está perdiendo su encanto y esencia-. la cantidad de otros lugares con atractivo turístico están desperdiciados. En el Dique El Cadillal, se hicieron inversiones -gastronomía- pero es una pequeña parte de todo lo que se podría hacer allí. Si hubiese decisión política, podría ser el Carlos Paz tucumano. Pero, actualmente, solo lo disfrutan tucumanos para bañarse, comer un asado, tomar cerveza y escuchar cumbia.
San Javier, Raco, El Siambón, lugares con una belleza natural única: desperdiciados para el turismo. Ni hablar de Amaicha del Valle, Colalao del Valle, El Mollar, que salvo el Festival local, tiene casi nada de turismo. El Dique Escaba, en Alberdi; La Quebrada de Lules; El Pozo del Pescado, en Trancas; San Pedro de Colalao; Las Aguas Termales de Taco Ralo; solo por nombrar algunos lugares pero, en cada pueblo tucumano hay una belleza para disfrutar. Todos DESPERDICIADOS.
Ahora bien, para que un lugar sea atractivo turísticamente, no basta con la belleza natural. Hay que dotarlos de infraestructura: accesibilidad, servicios de agua y electricidad, hotelería, gastronomía, conectividad.
Aquí hay algunas estrategias clave para potenciar el turismo de ciudades pobres como Tucumán:
- Identificar y Potenciar sus Atractivos
• Patrimonio cultural e histórico: Poner en valor edificios antiguos, tradiciones, festivales y gastronomía local.
• Belleza natural: Si hay montañas, ríos, lagunas o selvas cercanas, promover el ecoturismo.
• Turismo rural o comunitario: Ofrecer experiencias auténticas en contacto con la vida local, como artesanías, talleres de cocina regional o actividades agroecológicas. - Mejorar Infraestructura con Bajo Costo
• Limpieza y mantenimiento: Calles limpias, espacios verdes cuidados y eliminación de basurales.
• Movilidad y acceso: Caminos en buen estado, transporte accesible y señalización turística básica.
• Hospedaje accesible: Fomentar hostales, casas de familia o emprendimientos de alojamiento alternativo. - Promoción y Marketing Creativo
• Redes sociales y plataformas digitales: Mostrar la ciudad con fotos, videos y testimonios de visitantes.
• Turismo de experiencias: Crear circuitos únicos, como rutas gastronómicas, visitas a comunidades o recorridos históricos.
• Alianzas con influencers o bloggers de viajes: Para atraer atención sin grandes inversiones. - Involucrar a la Comunidad
• Capacitación en turismo y atención al visitante.
• Incentivar emprendimientos locales: Mercados de artesanos, pequeños restaurantes, guías turísticos.
• Conciencia turística: Que los habitantes sean los primeros en valorar su ciudad.
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