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La llegada de las elevadas temperaturas vaticina que, si no hay un uso eficiente de la electricidad, las boletas serán abultadas, independientemente si el usuario goza o no de la ayuda del Estado.

¿Cómo se distribuye el consumo entre los clientes residenciales? Según datos de la distribuidora, el esquema es el siguiente:

• Un 33% de los clientes residenciales consumen hasta 150 kWh/mes.

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• Otro 26% entre 151 y 250 kWh/mes.

• El 34% de los clientes residenciales consumen entre 251 y 550 kWh/mes.

• El 6% entre 551 y 1200 kWh/mes.

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• Y sólo un 1% de los clientes residenciales consumen más de 1.200 kWh/mes.

En Tucumán, un usuario promedio llega a consumir 250 a 300 kWh/mes. En ese sentido, en ese hogar funcionan una heladera, electrodomésticos, un equipo de aire acondicionado y una PC. La clave para evitar que se dispare el valor de la boleta es el uso racional y eficiente de la energía. El que no lo hace y consume más que en igual período del año anterior, tendrá que abonar un mayor precio por la energía advierten los especialistas, es cara y escasa en todo el planeta. En este sentido, la Empresa de Distribución de Electricidad de Tucumán (EDET) recordó que hay maneras de ahorrar energía, a las que la compañía denomina como “las siete reglas de oro” de la eficiencia energética.

1) Configurar temperaturas adecuadas. Excederse con la configuración de la calefacción o la refrigeración no es sostenible para el medio ambiente ni para la economía casera. Es importante ajustar las temperaturas de los dispositivos en base a necesidades reales. Por ejemplo, la configuración ideal de un aire acondicionado es en 24°. Esto también ocurre con las heladeras, que están entre los aparatos de mayor consumo.

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2) Aislar el frío o el calor. Se trata de evitar que se “escape” la temperatura alcanzada dentro del hogar. Para eso, es importante cerrar puertas y ventanas. Cuando hace frío es preferible ventilar la casa al mediodía y, cuando hace calor, por la noche.

3) Revisar etiquetas. Los electrodomésticos tienen etiquetas que certifican su nivel de eficiencia energética. Cuando se compre o reemplace un artefacto, se sugiere revisar esta información. El adhesivo muestra una escala representada por letras y colores. El consumo más eficiente se ubica en la letra A y con color verde. A medida que disminuye se representa con otras letras, en orden alfabético, y tonalidades tendientes al rojo. El consumo del dispositivo se señala con una flecha de color negro. En el último tiempo se sumaron tres categorías a esta calificación, que denotan “máxima eficiencia”: A+, A++ y A+++.

4) Realizar un buen mantenimiento. Siempre habrá una mayor eficiencia con un buen mantenimiento y limpieza de los artefactos, especialmente de los que generan frío o calor. Por ejemplo, limpiar los filtros del aire acondicionado puede marcar una diferencia sin necesidad de recurrir a un especialista.

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5) Evitar el consumo vampiro. Existe un tipo de consumo denominado “vampiro”. Cuando el cargador del celular queda enchufado sin el teléfono, o los aparatos en stand by (como los monitores), se “drena” la energía imperceptiblemente. En algunos casos este consumo no llega a ser muy alto. Sin embargo, definitivamente no contribuye al medio ambiente.

6) Hacer lo mismo con menos usos. La plancha, al igual que todos los artefactos que usan resistencias, consume mucha energía. Se recomienda juntar todas las prendas y plancharlas en una misma oportunidad. El lavarropas también consume mucho. Es recomendable usarlo con cargas completas (y si es posible, evitar el modo “agua caliente”).

7) Apagar luces y electrodomésticos que no usas. Parece una obviedad. Sin embargo, si aún no se adopta esta costumbre o sólo lo haces parcialmente, éste puede ser un buen momento para cambiar de hábito./LG

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