Con una inversión de $27.186.950.936, el complejo busca mejorar la seguridad, garantizar condiciones dignas de detención y cumplir con los estándares nacionales e internacionales en materia penitenciaria
El gobernador, Osvaldo Jaldo, junto con el vicegobernador, Miguel Acevedo, encabezó este martes la inauguración de la segunda etapa del moderno Complejo Penitenciario Benjamín Paz, ubicado a 54 kilómetros de San Miguel de Tucumán, en el Municipio de Trancas.
“Hoy inauguramos una cárcel que no solo amplía la capacidad del sistema penal, sino que también devuelve a la calle a cientos de policías que estaban cuidando detenidos en comisarías, cuando su función es proteger a la ciudadanía”, afirmó.

El mandatario destacó que, en menos de dos años de gestión, Tucumán pasó de 1.200 a casi 2.000 plazas penitenciarias, gracias a obras como esta y la reciente apertura de Delfín Gallo. Subrayó también que esta inversión de 27 mil millones de pesos fue ejecutada con mano de obra, materiales y empresas tucumanas, generando empleo e impacto económico local.
Jaldo agradeció el trabajo conjunto de los tres poderes del Estado, y reconoció la colaboración de las fuerzas federales de seguridad que apoyan en el control del narcotráfico en el Norte de la provincia.
El gobernador explicó que, desde esta inauguración, comenzarán a trasladar presos desde las diferentes comisarías a la cárcel. “Vamos a descomprimir las comisarías a partir de esta tarde, cuando comiencen los traslados. Esta cárcel tiene un doble propósito: tener más plazas para traer a más gente que determine la Justicia y sacar policías a la calle, que ya no tendrán que cuidar detenidos”, agregó Jaldo.

Con esta ampliación, el complejo incorpora unas 700 nuevas plazas, lo que eleva su capacidad total a 1.470 reclusos condenados. Los internos serán alojados en módulos diferenciados según el tipo de delito, la conducta y la condición de la pena, en línea con las normativas nacionales y los tratados internacionales de Derechos Humanos.
El diseño del establecimiento respeta los lineamientos de la Ley 24.660, que regula la ejecución de las penas privativas de libertad en Argentina. La distribución de los espacios está pensada para optimizar la vigilancia, reducir los niveles de tensión interna y favorecer una convivencia segura tanto para los internos como para los 1.372 agentes penitenciarios que prestan servicio en el lugar.
“Benjamín Paz es una necesidad hecha realidad y Tucumán es la segunda provincia que inaugura una cárcel de estas características a nivel nacional”, dijo Jaldo.
El Complejo Penitenciario Benjamín Paz es considerado la mayor obra carcelaria construida en Tucumán en los últimos 100 años. Su infraestructura responde a los nuevos paradigmas de diseño penitenciario de tipo “campus abierto”, gracias a su amplio predio de 130 hectáreas, con 18.000 m² cubiertos. Cuenta con un perímetro de seguridad cercado por triple alambrado y torres de control, una calle central que conecta las distintas unidades, y áreas destinadas al trabajo, la recreación, la práctica religiosa, la actividad deportiva, la educación y la lectura, con escuela y biblioteca.
La inauguración fue un acto protocolar con todos los honores. Acompañaron miembros del Gabinete provincial, intendentes, legisladores, referentes políticos y del ámbito empresarial, además del Poder Judicial.