Thiago Correa, un niño de 7 años, falleció tras ser alcanzado por una bala en la cabeza durante un tiroteo entre un policía federal y cuatro delincuentes en Ciudad Evita, partido de La Matanza
El hecho ocurrió el miércoles por la noche, alrededor de las 22:30, cuando Thiago y su padre, Fabián, esperaban el colectivo en la intersección de las avenidas Crovara y Madrid. El agente, vestido de civil y fuera de servicio, fue abordado por los delincuentes y, al identificarse como personal policial, extrajo su arma reglamentaria y comenzó a disparar. En medio del enfrentamiento, una bala impactó en la cabeza de Thiago, quien estaba sobre los hombros de su padre.
El niño fue trasladado al Hospital de Niños de San Justo, donde permaneció internado en estado crítico con diagnóstico de muerte cerebral. Su fallecimiento fue confirmado el viernes por la noche por su padre, quien, visiblemente afectado, expresó: “Necesito justicia por Thiago, por favor. Esto se tiene que pagar como tiene que ser” .
El agente involucrado, Facundo Daniel Aguilar Fajardo, de 21 años, oficial ayudante de la Dirección Montada de la Policía Federal Argentina, quedó detenido por orden del fiscal Diego Rulli, acusado de exceso en la legítima defensa. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, defendió el accionar del policía, afirmando que “los responsables directos de la situación que atraviesa Thiago Benjamín Correa Medina son los delincuentes”.
Este trágico suceso ha generado un profundo debate sobre el uso de armas por parte de las fuerzas de seguridad y la necesidad de revisar los protocolos de actuación en situaciones de riesgo, especialmente en áreas urbanas densamente pobladas.
