Partidarios del ex Presidente Bolsonaro superaron la barrera policial y se apoderaron de los edificios de la Cámara de Diputados y del Senado, los jardines del Planalto y los Tribunales en Brasilia
Cientos de seguidores de Jair Bolsonaro invadieron los edificios de las instituciones de Brasil donde piden una intervención militar para derrocar al Presidente Lula da Silva.
Los extremistas, que lucían camisetas verdes y amarillas y banderas de Brasil, atacaron algunos vehículos de la Policía. También destruyeron barreras de protección, y armados con palos, enfrentaron a los agentes que intentaron contener, sin éxito, a los manifestantes.
Tras el caos provocado por miles de seguidores de Bolsonaro, Lula decretó la intervención federal en el área de la seguridad de Brasilia. Nombró como interventor al secretario general del Ministerio de Justicia, quien será el responsable de toda el área de Seguridad en la capital hasta el próximo 31 de enero y estará subordinado directamente al Presidente.
Finalmente, tras varias horas de enfrentamientos, la Policía Militar logró recuperar el control de todas las sedes de Gobierno ocupadas en la tarde de este domingo.