Es un problema que afecta a millones de personas y que puede generar incomodidad en la vida diaria
El mal olor en los pies, también conocido como bromhidrosis plantar, es una condición común que afecta a muchas personas. Enfrentarse a esta incomodidad puede resultar frustrante, ya que afecta tanto la confianza personal como las interacciones sociales.
El olor desagradable en los pies, a menudo, refleja una combinación de factores, como la sudoración excesiva y la presencia de bacterias y hongos, falta de higiene, entre otros, que pueden abordarse de manera efectiva con las soluciones adecuadas. Aunque algunos podrían pensar que es un problema inevitable, en realidad existen formas concretas de prevenirlo y mantener una sensación de frescura a lo largo del día.
Sergio Alique García, dermatólogo y miembro de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), explicó que las principales razones del mal olor en los pies están relacionadas con la presencia de microorganismos y la falta de higiene adecuada. Según el especialista, “tanto los microorganismos como la suciedad acumulada entre los dedos puede ser una causa frecuente de mal olor en los pies”.
“Probablemente, la zona que más olvidamos a la hora de bañarnos son las plantas y los dedos de los pies”, afirmó, y puso de relieve una omisión común en la rutina diaria de higiene. Este descuido favorece la acumulación de microorganismos que, si no se eliminan, pueden derivar en mal olor y otros inconvenientes.
“Es importante lavar adecuadamente estas áreas, ya que frecuentemente se acumulan hongos y bacterias en estas zonas, sobre todo entre los dedos de los pies”, explicó.
De acuerdo al Instituto para la Salud Preventiva del Pie (IPFH, por sus siglas en inglés), la principal causa del mal olor de los pies es la transpiración.
“Los dos pies juntos tienen más de 250.000 glándulas sudoríparas y liberan sudor incluso durante períodos de actividades no intensas”, especifica el organismo. Pero no solo eso: también como respuesta a los subproductos ácidos de las bacterias y al crecimiento de hongos como el pie de atleta, además de las reacciones químicas entre el sudor y el calzado.
Para el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido (NHS, por sus siglas en inglés), las causas del mal olor en los pies suele originarse por la acumulación de sudor y bacterias, así como por infecciones fúngicas, como el conocido pie de atleta. En ese sentido, la cantidad de sudor puede aumentar debido a diversos factores, entre los que se incluyen:
- Climas cálidos
- Actividad física intensa
- Permanecer de pie durante largos periodos
- Tener sobrepeso
- Cambios hormonales en la pubertad, menopausia o embarazo
- Uso de ciertos medicamentos, como los antidepresivos
- Hiperhidrosis, una afección que provoca sudoración excesiva
Cómo prevenir el mal olor en los pies
Requiere una combinación de medidas de higiene y cuidado del calzado. Un paso fundamental es mantener los pies secos. Después de ducharse o realizar actividades que impliquen agua, es importante secarlos completamente, especialmente entre los dedos, ya que la humedad promueve el crecimiento de bacterias y hongos responsables del mal olor. Además, se recomienda cambiar de calcetines o medias al menos una vez al día, o más frecuentemente si se suda mucho.
Desinfectar los zapatos para evitar que se conviertan en un entorno propicio para el desarrollo de microorganismos. Usar un spray desinfectante en el interior del calzado y dejarlo secar bien antes de volver a usarlo. Rotar los zapatos y permitirles secarse completamente entre usos también es esencial para reducir la acumulación de humedad.
El uso de materiales naturales, como el algodón para las medias y el cuero para los zapatos, es otra forma efectiva de prevenir el mal olor. Estos materiales permiten que los pies respiren y la humedad se evapore, en lugar de quedar atrapada, como sucede con los materiales sintéticos como el nylon o el plástico.
Remojar los pies en vinagre y agua o usar talco para pies o antitranspirantes puede ayudar a reducir los olores; si usa talco para pies con frecuencia, límpielo entre los dedos para eliminar el exceso de humedad y eliminar la ‘apelmazamiento’ de talco.
Lavar los pies al menos una vez al día, preferiblemente con un jabón antibacteriano. La prevención también incluye eliminar la piel dura con una lima y mantener las uñas limpias y cortas. Es recomendable no caminar descalzo en lugares públicos húmedos, como piscinas o duchas de gimnasios, para prevenir posibles infecciones.
Ante cualquier duda siempre consultar a un médico.