Hay signos que suelen estar más pendientes de lo que viene y se angustian fácil ante cualquier cambio. Les cuesta soltar el control y muchas veces se anticipan a problemas que ni siquiera pasaron, viviendo con la cabeza siempre un paso adelante
Son sensibles, precavidos y algo inseguros, y eso los lleva a pensar de más antes de actuar.
Virgo:
Le cuesta mucho relajarse cuando no tiene todo bajo control. Siempre está pensando en los detalles, en lo que falta, en sí algo podría salir mal. Aunque no lo diga, vive con miedo a cometer errores o a que algo se le escape de las manos. Esa necesidad constante de tener todo en orden y planificado no es solo por perfeccionismo, sino porque, en el fondo, le da miedo que el caos lo desborde.
Cáncer:
Los cambios lo descolocan. Está tan aferrado a sus afectos, a su casa, a sus costumbres, que cualquier movimiento que altere ese mundo le genera ansiedad. No es que no pueda adaptarse, pero le cuesta soltar lo conocido. Vive con una especie de temor a perder lo que ama, por eso se pone tan sensible ante situaciones que otros tal vez tomarían con más liviandad.
Piscis:
Tiene una antena emocional tan afinada que muchas veces se anticipa a los problemas… incluso cuando todavía no existen. Su cabeza y su corazón van a mil, y puede quedarse enganchado en pensamientos tristes o preocupaciones imaginarias. Le teme a los cambios bruscos porque siente que no va a poder manejar lo que venga, y eso lo lleva a refugiarse en su mundo interior.
Capricornio:
Siempre quiere tener todo bajo control, no por obsesión, sino por miedo a fallar. Carga con una responsabilidad enorme, incluso cuando nadie se la exige, y se preocupa por sostener lo que logró. Vive anticipándose a los riesgos, pensando en cómo evitar que algo lo saque del camino que tanto le costó construir. No lo demuestra, pero internamente le teme al fracaso y a quedarse sin base.