¿No sería mejor que Francisco opine de la dictadura en Venezuela?
Los KK desfilan por el Vaticano. No lo hacen para pedir redención al Señor, lo hacen para hablarle al oído al Papa de “lo mal que está Argentina con Milei” -según ellos-. El Papa Francisco, hombre grande ya y líder espiritual de millones de cristianos en el mundo, se pone a opinar del país, al cual no viene desde hace 11 años. Para opinar con fundamento hay que estar.
En un evento por los diez años del primer encuentro de los Movimientos Populares en el Vaticano, el Papa Francisco – junto al piquetero K Juan Grabois-, reivindicó la justicia social y cuestionó duramente el protocolo antipiquetes: “El Gobierno en vez de pagar la justicia social, pagó el gas pimienta”.
“Me hicieron ver una represión de hace una semana, menos quizás. Obreros, gente que pedía por sus derechos en la calle y la Policía la rechazaba con una cosa que es lo más caro que hay, ese gas pimienta de primera calidad. No tenían derecho a reclamar lo suyo porque eran revoltosos, comunistas… y el gobierno se puso firme: en vez de pagar justicia social, pagó el gas pimienta. Les convenía”, dijo Francisco.
El Vocero del Gobierno, Manuel Adorni, consultado sobre los dichos del Papa, respondió: “Respetamos su opinión, pero no la compartimos”. “Es la opinión del papa Francisco, la cual escuchamos, respetamos y hasta reflexionamos sobre lo que dice el papa, pero no tenemos por qué compartir la visión que tiene sobre algunas cuestiones”.
