La vida alocada de muchos jugadores opacan todo lo bueno que puedan hacer en la cancha
Tiago Palacios, futbolista que este domingo salió campeón de la Copa de la Liga con Estudiantes de La Plata, protagonizó un fuerte choque esta mañana en el barrio porteño de Retiro, al impactar contra el surtidor de una estación de servicio. Unas horas después del accidente, se constató que el delantero circulaba alcoholizado, con más del triple de alcohol en sangre de lo permitido para un conductor particular en CABA. En su intento por evitar el impacto, una playera resultó herida y debió ser hospitalizada.
Fuentes oficiales indicaron que Palacios quedó detenido en la comisaría de Autopistas, en el barrio porteño de Parque Avellaneda, acusado inicialmente de “lesiones leves culposas y conducir bajo efectos de alcohol”. Será indagado en las próximas horas por el Fiscal Horacio Peix de la Unidad de Flagrancia Este.
Muchos futbolistas, no todos, te dan alegría en el campo de juego y decepciones afuera. Sería importante que, dentro de todo lo que se ofrece al profesional de élite (nutricionistas, kinesiólogos, deportólogos, entre otros), deberían tener una seria contención psicológica. Personas que, generalmente, vienen de orígenes humildes, de repente se encuentran con fama y dinero y evidentemente no saben procesar.
