Vecinos de la capital tucumana se contactaron con Sin Codigo para alertar del peligro de un derrumbe que pondría en peligro a los transeúntes y a las personas que habitan el lugar
En Tucumán existen inmuebles (públicos y privados) muy viejos y descuidados, con posibilidades de derrumbe. La situación debería alertar a las autoridades municipales y provinciales, encargadas del control de las construcciones para evitar una posible catástrofe.
Es una situación que viene de muchos años (la falta de control y la exigencia de reparación). Hace días, hubo un derrumbe en la esquina de calles Catamarca y Corrientes que, por suerte no hubo que lamentar muertes pero sí heridos.
En esta ocasión, vecinos de calle Entre Ríos al 200 (278 más preciso) de la Capital tucumana, comentaron a Sin Código su preocupación por un arco (que da a la calle) en la entrada de un vecindario de propiedad horizontal que está agrietado y cuyos pilares están cediendo y agrietando las paredes de las casas vecinas. Según cuentan, existe un expediente presentado en la Dirección de Catastro y Edificación de la Municipalidad de San Miguel de Tucumán el 11 de marzo del año 2020 (Número 135913), donde los vecinos solicitan “la urgente autorización para proceder a la demolición del arco de acceso a la propiedad”. “El mismo se encuentra sobre la línea municipal y, además de presentar desprendimientos que ponen en riesgo la integridad física de moradores y transeúntes, según la evaluación de profesionales estructurales de la UNT, su carga pone en riesgo la estabilidad estructural de los muros sobre los que apoya, presentando los mismos asentamientos diferenciales, agrietamientos y desplome que de no tomar acción inmediata podrían desencadenar una tragedia mayor”, dicen en el escrito.
Pasaron más de 4 años y todavía no recibieron respuesta. Esperamos que, desde la nueva gestión municipal puedan ocuparse, a la brevedad, y evitar un daño mayor.