La falta de árboles tiene una incidencia negativa en la población desde el punto de vista ambiental, social y económico
La capital tucumana ha quedado extremadamente chica para el crecimiento poblacional y automotor de los últimos años.
Resideñar una nueva ciudad es muy caro, y en los tiempos actuales NO HAY PLATA. Lo ideal ya está estudiado y sabido por las autoridades: descentralizar los organismos públicos (Ejecutivo, Legislativo y Judicial), es decir, sacarlos del ámbito del micro y macro centro. Al igual que los organismos de la Municipalidad capitalina, incluído el Concejo Deliberante. Todas esas dependencias deberían ser llevadas a las afueras del Gran San Miguel. Hubo un proyecto “fantasma” en la época de Juan Manzur de construir el Centro Cívico en Los Nogales pero, ya se sabe que quedó solo en anuncio.
Las calles y veredas del microcentro tucumano son extremadamente angostas. No hay lugar suficiente para peatones, automovilistas, motos y gigantes colectivos. Si a todo eso tenemos que agregar árboles, no entran TODOS. ¿Entonces?. Las autoridades tendrán que priorizar. Si es por el ambiente y salud, las prioridades deberían ser los PEATONES y los ÁRBOLES.
En el microcentro, que no son más de cinco cuadras a la redonda, se movilizan los cientos de miles de tucumanos que necesitan hacer trámites (Casa de Gobierno, Ministerios, Poder Judicial, Municipalidad, Rentas, Tribunal de Cuentas, Bancos, Hospitales, Sanatorios, etcétera) o compras. A eso hay que sumarle que nadie quiere caminar y van en auto o moto hasta la puerta del destino.
Siendo la prioridad el ambiente y el peatón, deberían restringirse el ingreso de automovilistas al microcentro, hacer más peatonales -al menos en horario comercial- y ARBORIZAR todas las cuadras. Solo permitir el paso de ambulancias, y las personas ancianas o con movilidad reducida podrían trasladarse en mini buses que serían los únicos autorizados dentro del microcentro.
En Tucumán, el arbolado urbano es fundamental para mejorar la calidad de vida de la ciudad. Los árboles proporcionan sombra, reducen la temperatura ambiente, mejoran la calidad del aire y ofrecen hábitats para diversas especies de aves.
La provincia cuenta con una diversidad de especies arbóreas, tanto nativas como exóticas. Entre las nativas, se destacan el lapacho rosado, la tipa y el tarco, que se integran en el entorno urbano y contribuyen a la biodiversidad local. Las especies exóticas, como el ficus, el liquidámbar y el eucalipto, también son comunes en las áreas urbanizadas.
El arbolado urbano es esencial para crear entornos más saludables y sostenibles, y existen recursos y proyectos dedicados a su promoción y conservación.
Diversos informes y testimonios indican que la ciudad de San Miguel de Tucumán carece de una cantidad adecuada de árboles en muchas áreas.
Según datos municipales de 2013, la ciudad contaba con aproximadamente 300.000 árboles. Sin embargo, un porcentaje considerable de estos ejemplares ha superado su ciclo de vida útil, lo que requiere su reemplazo. Además, se observa una notable escasez de árboles en zonas céntricas y espacios públicos inaugurados en los últimos años, lo que afecta negativamente la calidad ambiental y el bienestar de los habitantes.
La presencia de árboles en la ciudad es esencial para:
• Mejorar la calidad del aire.
• Regular la temperatura ambiental.
• Proporcionar sombra y espacios de recreación.
• Contribuir a la biodiversidad urbana.
A pesar de las acciones emprendidas, San Miguel de Tucumán aún enfrenta un déficit significativo en su arbolado urbano. Es fundamental continuar y ampliar las iniciativas de reforestación y mantenimiento, promoviendo la participación ciudadana y la planificación estratégica para lograr una ciudad más verde y saludable.