Una encuesta entre profesionales de esa especialidad reveló el efecto de la precariedad laboral, en especial en el período de residencia.
Un estudio preliminar realizado a médicos residentes en servicios de cardiología del sistema de salud argentino, tanto público como privado, muestra que un 83% ha considerado la posibilidad de emigrar por la falta de perspectivas de desarrollo profesional.
Según la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC), los bajos sueldos, la inestabilidad laboral, el maltrato y la sobrecarga laboral son factores determinantes en esta tendencia que afecta a una gran parte del personal médico en Argentina.
El estudio llevado a cabo por el Consejo de Residentes en Cardiología (Conarec) también revela que un 30% de los residentes no dispone de un espacio para descansar durante sus turnos, y un 40% trabaja más de 80 horas a la semana, superando así las horas de trabajo legalmente permitidas para esta fase de formación laboral supervisada.
La encuesta se realizó en noviembre del año anterior con una muestra de 250 participantes, de los cuales un tercio señaló que su remuneración estaba por debajo del salario mínimo. Desde entonces, los salarios han sido ajustados en ciertos distritos tras movilizaciones de los residentes, pero sin seguir el ritmo de la inflación, al igual que el resto de la población. Los resultados finales se presentarán en el próximo Congreso Argentino de Cardiología organizado por la SAC.
Lucas Campana, presidente del Conarec y miembro adscripto de la SAC, lamenta esta situación, destacando la falta de incentivos para los médicos a desarrollarse profesional y económicamente en Argentina. A pesar de contar con una formación de alta calidad, el sistema no ofrece a estos profesionales oportunidades de crecimiento acorde a su esfuerzo y capacidad.
Precarización laboral
El expresidente de la SAC, Ricardo Iglesias, apunta a la precarización laboral, la falta de respeto a los profesionales y la necesidad de tener múltiples trabajos para obtener un salario digno como reflejo de la degradación del sistema de salud argentino. En esta línea, Alberto Alves de Lima, exdirector del Área de Docencia de la SAC, insiste en la necesidad de una ley que regule las condiciones laborales de los residentes.
El estudio de Conarec revela además que uno de cada tres residentes es extranjero. Según Campana, tanto los profesionales argentinos como los extranjeros consideran la emigración debido a mejores posibilidades de desarrollo en el extranjero.
Mario Fitz Maurice, exdirector del Consejo de Electrofisiología y Arritmias de la SAC, menciona cuatro factores que dificultan el cumplimiento de la ley de residencias: las precarias condiciones laborales, la baja remuneración, las largas jornadas de guardia y el maltrato.
Por su parte, Alves de Lima añade que el maltrato viene tanto de miembros del equipo de salud (residentes superiores, jefe de residente, médico de planta y personal de enfermería) como de los pacientes y sus familiares.
Alves de Lima sostiene que la “gestión del talento de un residente” se basa en tres pilares: el propósito, el reconocimiento profesional y la remuneración. Mientras que el propósito es una característica inherente al residente, la remuneración no es adecuada para cubrir sus necesidades básicas y el reconocimiento profesional se encuentra en crisis debido a la falta de supervisión.
Concluye que la ausencia de supervisión, las agotadoras jornadas laborales, la gran responsabilidad legal y la baja remuneración son factores que desincentivan a los jóvenes profesionales a acceder a una residencia./LP