Aparte de los cuidados en la alimentación y la actividad física, hay algo más que se puede poner en práctica para ayudar a perder peso
Quienes desean adelgazar con resultados inmediatos buscan dietas mágicas que, en general, no conducen a resultados duraderos en el tiempo.
Con un plan de adelgazamiento y una adecuada rutina de ejercicio físico acorde a las necesidades de cada persona y su estado corporal, se puede conseguir un descenso del peso corporal con ganancia de masa muscular.
Existe un hábito sencillo para aquellos que deseen perder peso y que deberían incorporar a su día a día. Se trata de las duchas frías. Lo que fundamentalmente produce es la aceleración del metabolismo. El agua fría es clave para quemar más grasa.
Cada persona debería consultar con su médico antes de probar esta terapia, ya que el agua fría/congelada afecta la presión arterial y la circulación y puede no estar recomendada en todos los casos. También se aclara que ésta terapia de agua fría/congelada requiere de cierto tiempo para ver su efecto, es decir, que no bastarán un par de duchas frías para notar diferencias en el peso corporal.
Beneficios de tomar una ducha con agua fría/helada.
-Fortalece el sistema inmune. -Activa la circulación sanguínea. -Evita la aparición de varices y celulitis. -Alivia la inflamación muscular. -Despeja la mente. -Incrementa la energía. -Refuerza el sistema cardiovascular. -Es bueno para el pelo. -Es bueno para la piel.
La terapia debería comenzar con duchas de agua templada y pasar a fría (15 grados) unos minutos y así progresivamente hasta tolerar el baño completo.
