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Anunciado hace más de 6 años con “bombos y platillos”, ¿por quién?, sí, adivinaste: el gran gobernador Juan Manzur. Millones gastados en… vaya uno a saber, porque fue todo una mentira para la “gilada”

El Gobierno provincial pagó millones al estudio de César Pelli para diseñar el complejo que no pasó de la fase de proyecto. En el lugar solo hay un monte.

A seis años de su anuncio y con una inversión cercana a los $ 250 millones (de esa época), entre los diseños arquitectónicos y el terreno, el Centro Cívico pensado para albergar las oficinas de la Casa de Gobierno está lejos de ser un hecho y, probablemente, nunca lo sea.

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El 1 de marzo de 2017, en su segundo discurso de apertura de sesiones ante la Legislatura, el entonces gobernador de Tucumán, Juan Manzur, aseveró ante los representantes del pueblo que el objetivo del plan de mudar la Sede del Poder Ejecutivo, apunta a conseguir “una mejor organización de la administración estatal”.

Deseo compartir con ustedes un sueño que hemos comenzado a dar forma -afirmó Manzur a los legisladores-. Es el vinculado a la construcción de un Centro Cívico de la Provincia que organice la dispersión edilicia de nuestra administración”, dijo ante los presentes en la Asamblea.

Manzur consideró entonces que, a un siglo de la inauguración de la icónica sede de 25 de Mayo y San Martín, era el “momento propicio para dar lugar a este salto de calidad administrativa y valorización de nuestro patrimonio cultural”. Y contó que el célebre arquitecto tucumano César Pelli, autor de diseños reconocidos a nivel mundial, como las Torres Petronas, de Malasia, y el rascacielos One Canada Square, de Londres, había aceptado “encarar el proyecto”, y que ya estaban “dando forma” al convenio.

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La Legislatura le dio fuerza de ley a todo lo firmado en una sesión celebrada en diciembre de ese año. En el texto se acordaron honorarios por 2,4 millones de dólares en favor del estudio profesional, efectivizados en cuotas sujetas a las distintas etapas del trabajo. Además, la provincia aceptó cubrir los costos de los especialistas en ingeniería estructural, iluminación, acústica, seguridad civil y contra incendios, paisajismo y otros servicios calificados como “estrictamente necesarios” para la realización de los diseños.

En el contrato también se incluyeron los plazos previstos. En total, para las etapas del plan maestro, del diseño esquemático, del anteproyecto y del proyecto se contemplaron 13 meses. Luego, se fijaron seis meses para la licitación y otros 20 para la obra en sí. La sumatoria final de los tiempos estipulados alcanzaba los tres años y tres meses, o sea, tendría que haber estado todo listo para inaugurarse en el año 2021.

El 23 de marzo de 2017, la Legislatura aprobó el proyecto enviado por Manzur para declarar de utilidad pública y sujeto a expropiación un predio de 17,2 hectáreas situado en la localidad de Los Pocitos, departamento Tafí Viejo. En diciembre de ese año, se aprobó el pago de $ 42,38 millones, en dos partes, al propietario del inmueble, José Miguel Farías. Así, el terreno pertenece a la Provincia desde hace más de seis años.

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Desde la expropiación del inmueble, los cultivos de caña pasaron a convertirse en un espeso monte. Inclusive, no se recuerda haber visto operarios de alguna repartición pública trabajando en la construcción de la cerca perimetral, a pesar de que en agosto de 2018 se autorizó a la Dirección de Arquitectura y Urbanismo (DAU) a la compra de materiales por $ 800.000 para llevar adelante esa obra.

Una mentira más, otro engaño y burla a los tucumanos. La justicia, ¿intervendrá?. Mmmmmmmmmmm….. qué ingenuo.

TICHO para Sin Código Tucumán

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