Los casi 30% de votos que obtuvo el domingo pasado, ¿son un piso o un techo para el libertario?
Pasaron dos días de las elecciones generales, los resultados sorprendieron a todos por igual. Si se comparan con los resultados de las PASO y con lo que las encuestas adelantaban, los resultados fueron para el infarto (para algunos para bien y para otros para mal): Massa que había salido tercero (en las PASO), terminó primero cómodo. Milei, que había salido primero y era el favorito indiscutible, terminó segundo y con los mismos puntos que había obtenido en las PASO, y Bullrich, que había quedado segunda (en las PASO), terminó tercera y perdiendo más votos que lo que se esperaba y, además, afuera de la segunda vuelta.
Sergio Massa, que había obtenido alrededor del 27% en las PASO, el domingo pasado escaló a más del 36%. Mieli quedó estancado en, más o menos, el 30%. Existen entre 6 y 7 puntos de diferencia.
Mientras Massa extiende puentes para todos los sectores, Milei se dedicó a insultar a radicales, dirigentes de la Coalición Cívica y a la izquierda. El libertario no tiene estructura, entonces la pregunta es, ¿con quiénes puede hacer alianzas de cara a la segunda vuelta?.
La cachetada que recibió Milei, lo bajó a tierra. Ahora deberá replantearse sus estrategias, su discurso y reconquistar, no a propios, pero si a los votantes de Juntos por el Cambio y otros espacios políticos anti kirchneristas. ¿Podrá lograrlo?. ¿Tiene margen para sumar, para crecer?.
Ante las versiones de que Milei se bajaba del ballotage, el libertario dijo: “Bajo ningún punto de vista me bajo. Soy naturalmente un gladiador. No concibo otro resultado distinto que morir con las botas puestas”.