Marcela Mamaní: una víctima que ya nadie busca luego de su misteriosa desaparición hace 13 años

Fue un febrero de 2012, cuando la vieron por última vez en un boliche de Salta. Tenía solo 25 años. Su novio fue el único sospechoso que tuvo el caso y la Justicia lo absolvió

El 16 de febrero de 2012, Marcela Mamaní salió de su casa en la provincia de Salta y nunca volvió. Las sospechas apuntaron rápidamente a José Aramayo, su novio y fiel devoto de San La Muerte, a quien ella había denunciado varias veces por violencia de género.

Sin cuerpo, ya que hasta el día de hoy Marcela sigue desaparecida, el hombre fue condenado en enero de 2016 por homicidio simple y absuelto a fines de ese mismo año por el beneficio de la duda.

Así, el nombre de Marcela Mamaní se convirtió en sinónimo de misterio y se sumó también a la lista de casos impunes en nuestro país.

A 13 años de su desapariciónPedro Arancibia, el abogado que representó a la familia Mamaní, dijo: “El caso está cerrado, pero la investigación que se hizo fue pésima. Hay personas cercanas que no fueron investigadas en su momento”.

En el mismo sentido se expresó el abogado que defendió a Aramayo, Federico Magno. “Mi cliente fue el único sospechoso y la única hipótesis de la Fiscalía, no hicieron lugar a que se investigue ninguna otra posibilidad”, remarcó a este medio el letrado.

Y subrayó: “Aramayo estuvo cuatro años preso por esta causa y no tenía nada que ver”.

A pesar del fallo de la Justicia, para Carmen Fernández, la mamá de la joven desaparecida, la autoría del hecho nunca estuvo en discusión. “(Aramayo) siempre la maltrataba, le pegaba, me la mandaba morada a casa. Él le ha hecho algo a mi hija, me la ha matado”, afirmó oportunamente en una entrevista.

Tras una incansable lucha por conseguir Justicia, Carmen murió en octubre de 2015 sin saber cuál fue el destino de su hija.

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