El ministro de Salud de la Nación comunicó una serie de decisiones luego de reunirse con Robert F. Kennedy Jr., quien mañana se encontrará con Javier Milei
El secretario de Salud y Servicios Sociales de los Estados Unidos, Robert F. Kennedy Jr., mantuvo su primera reunión oficial en la Argentina, en el marco de su viaje de dos días, que tiene como corolario una audiencia mañana con el presidente Javier Milei. El funcionario de Donald Trump comenzó su agenda esta tarde con una reunión con su homólogo argentino, el ministro de Salud, Mario Lugones, quien aprovechó el marco para anunciar nuevas normativas en el sistema de salud.
Las cinco medidas que anunció el Ministerio de Salud de la Nación
- Achicamiento y eficientización de la estructura operativa de los organismos que dependen del Ministerio de Salud, plan al que denominan Revisión Integral del Funcionamiento del Sistema de Salud Nacional;
- La ratificación de la postura argentina de retirarse de la Organización Mundial de la Salud (OMS);
- La revisión en el uso de ciertos aditivos y otros ingredientes en la industria alimenticia;
- La revisión de la continuidad del uso de autorizaciones rápidas en medicamentos de alto costo;
- Un principio de endurecimiento para los procesos de revisión y control de vacunas.
Sobre la primera medida, el Ministerio de Salud comunicó que hará una revisión estructural de su propio organigrama y sus procesos, en particular de las entidades dependientes, que van desde los hospitales nacionales, los institutos sanitarios, la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS), la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT), el Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados (PAMI), la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS), entre otros.
Como segunda medida, el ministro Lugones ratificó la postura adoptada por el Estado Nacional de retirarse de la OMS. “Hoy la evidencia indica que las recetas de la OMS no funcionan, porque no están basadas en ciencia, sino en intereses políticos y estructuras burocráticas que se resisten a revisar sus propios errores. Lejos de corregir el rumbo, la OMS ha optado por ampliar competencias que no le corresponden y condicionar la soberanía sanitaria de los países”, justificaron.
En línea con la consigna Make America Healthy Again de Kennedy Jr., el Ministerio de Salud anunció una revisión de los “aditivos sintéticos” en alimentos, con el objetivo de “proteger la salud de la población —especialmente de los niños— y reducir la exposición cotidiana a sustancias con potencial riesgo”.
Estas cuestiones son reguladas por la ANMAT a través del Código Alimentario Argentino (CAA), que confeccionan los expertos en función a la evidencia empírica del momento. Los libertarios anunciaron que también pretenden “advertir” sobre el impacto de ciertos ingredientes (aún no se notificaron cuáles) y su relación con enfermedades crónicas.
Como cuarto apartado, la cartera de Lugones informó que se someterá a análisis el uso de autorizaciones rápidas (fast-track) para medicamentos de altísimo costo, con especial énfasis en aquellos destinados a niños y “enfermedades raras”. “La innovación no puede justificar decisiones apresuradas ni sin evidencia sólida. Se abrirá una discusión técnica sobre los criterios de aprobación, priorizando la seguridad del paciente y la sostenibilidad del sistema, para que los nuevos tratamientos no se transformen en improvisación autorizada”, justificaron la decisión.
Por último, anunciaron que el Ministerio pondrá el foco en los procesos de fabricación, aprobación y supervisión de vacunas, con el objetivo de garantizar que las decisiones sanitarias “estén basadas en evidencia pública, verificable y con controles efectivos”.
Se impulsará que las vacunas sean sometidas a estudios clínicos con grupo placebo como estándar mínimo. “Un ejemplo claro de esta necesidad es la vacuna contra el COVID-19, aplicada sin grupo de control y bajo condiciones de aprobación excepcionales. Revisar no es negar: es exigir más evidencia, no menos. Este enfoque busca elevar el rigor del proceso y reforzar la confianza pública a partir de datos comparables, accesibles y verificables”, concluyeron, a la par que ratificaron que se mantendrá las campañas de vacunación “seguras, como la del sarampión”.