Es una postal que se repite, año a año, en la provincia, mucho antes de que asuma Milei como presidente
Las lluvias volvieron a dejar al descubierto las graves falencias que tiene Tucumán, y que llevan décadas de inacción del Gobierno provincial. En esta oportunidad le tocó la Zona del Este, aunque el Sur provincial tuvo al Río Chirimayo a nada de desbordar.
Durante la madrugada, tras la caída de más de 180 milímetros de agua, en el Este tucumano, el canal volvió a colapsar y una amplia zona quedó bajo el agua. Finca Mayo, Lolita Norte, El Bagual y otros parajes ubicados en el límite con Santiago del Estero fueron los más castigados por el temporal.
Casas anegadas, caminos intransitables y familias aisladas marcaron una jornada que volvió a repetirse como cada año. Las localidades quedaron prácticamente incomunicada, con serias dificultades para circular por la Ruta Provincial 8, una vía estratégica que conecta Tucumán con Santiago del Estero y que hoy presenta un nivel de deterioro alarmante.
Los vecinos advierten que, desde hace años, el canal de desagüe no da abasto y que, cada vez que se registran lluvias intensas, el agua desborda e ingresa a viviendas y campos. Esta vez, el impacto alcanzó no solo a Finca Mayo, sino también a zonas rurales cercanas al límite interprovincial.
Ante la emergencia, desde muy temprano intervino el Hospital de Los Ralos, con su directora Marcela Villafañe al frente, junto al personal de salud, que se desplegó en Finca Mayo, Lolita Norte y sectores aledaños para asistir a los damnificados. El operativo se realizó en conjunto con la Comuna de Los Ralos, brindando atención sanitaria, contención y acompañamiento a las familias afectadas por el temporal. Una dinámica que se repite siempre: personal sanitario tiene que salir a “bancar” a los damnificados.
En El Bagual, en el límite con Santiago del Estero, los vecinos aseguran que la desidia es total. La ruta que une San Miguel de Tucumán con la provincia vecina se encuentra en condiciones críticas y sin mantenimiento, transformándose en un peligro cada vez que llueve torrencialmente.
