Cada diciembre, en Argentina, sobrevuela el fantasma de “corridas” o “saqueos”, lo que este año no sucedió
Al llegar diciembre, los argentinos están tensionados por muchas razones: cansancio, por la economía, por las amenazas de saqueos. A todo eso hay que sumarle el mensaje K: “Milei no llega a fin de año”, “todo va a estallar en diciembre”, etcétera.
Sin embargo, y para la tristeza de los kukas, nada de eso sucedió. Fue la Navidad más tranquila y en Paz vivida en muchos años.
Las causas son varias: la capacidad del Gobierno de controlar las calles; quitarles poder a los gerentes de la pobreza; la estabilidad económica y, más que todo, el cambio cultural que está experimentando la población.
Se vieron, en todas las ciudades, miles de personas haciendo compras: regalos, mercaderías, bebidas, preparando una hermosa Nochebuena para pasar en familia.
Los tiempos no están para grandes gastos, pero sí para lo mínimo y pasarla bien. En las reuniones familiares, o con amigos, todo fue compartido: comida y bebida a la canasta, regalos para todos (muchos hicieron el juego del amigo invisible).
La estabilidad económica, social, emocional, no tiene precio. A este Gobierno le falta mucho, pero recién empieza.