Los dispositivos de moda que usan deportistas y millonarios pero que también están a tú alcance
Todo se moderniza y a un ritmo mucho más veloz de lo que se piensa. Del “gallo despertador” y “la libreta para apuntar la tensión arterial” al celular inteligente, el reloj inteligente y ahora, el anillo inteligente.
Los anillos inteligentes son objetos diminutos, de lujo, capaces de gestionar y almacenar valiosa información de salud. Con el uso de sensores y aprendizaje automático, su principal atractivo radica en su sofisticación y precisión en el seguimiento de datos biométricos.
Tienen un aspecto minimalista, similar a un anillo de compromiso o de bodas. Funciona como un rastreador de sueño que recopila datos sobre su cuerpo, actividades y sueño mediante un monitoreo óptico de la frecuencia cardíaca. Está hecho de titanio y funciona en el dedo índice, medio o anular.
Pueden controlar varios aspectos tecnológicos y realizar un monitoreo de la actividad del individuo que lo lleva en su mano. A diferencia de un reloj inteligente, esta clase de dispositivo rompe cualquier tipo de comparación a nivel diseño ya que carece de una pantalla táctil. El anillo se basa en sensores para transmitir datos de salud registrados a un teléfono inteligente sincronizado. Incluso puede registrar la temperatura de la piel a través de unos sensores en su interior.
Lleva un seguimiento del sueño y su calidad, contabiliza los pasos y guarda información acerca de la temperatura, la presión y el ritmo cardíaco del cuerpo. Todos estos datos se almacenan y se pueden consultar de forma detallada en el celular al que está vinculado.
Algunos modelos de anillos permiten a través de gestos o comandos de voz, administrar luces o hasta el termostato del hogar.
Suelen ser resistentes al agua (hasta 100 metros de profundidad) y su conformación es de titanio. Existen muchos modelos según la marca. Su precio varía entre 299 y 999 dólares.
