Expertos predicen una inflación arriba del 200% en el comienzo del 2024
El viernes, el Ministerio de Economía publicó una estadística y muestra el “desastre” de la macroeconomía argentina. El déficit fiscal primario (del que Milei y Bullrich hablan que es fundamental bajar), la diferencia entre los ingresos y gastos del Estado, acumuló hasta agosto la friolera de $2,2 billones de pesos.
En los próximos 4 meses, el déficit fiscal equivaldrá al que el estado acumuló en los últimos 8 meses, con lo cual es notorio el deterioro de las cuentas fiscales se acrecentará.
Sergio Massa, en privado, dice que no le importa este descalabro fiscal porque no tiene previsto sentarse delante del FMI a discutir la próxima revisión que gatille el desembolso de diciembre (3.373 millones de dólares) y que en definitiva lo que le interesa son las elecciones.
La preocupación por lo que viene en la Argentina en los próximos meses es de lo único que se habla. La herencia que recibirá el próximo presidente será más delicada que 2015 o 2019, y no solo porque haya menos reservas en el Banco Central y más distorsión en los precios relativos: la pobreza es mayor, la inflación parte de un piso más alto y subirá más cuando se empiecen a corregir los problemas acumulados.
La emisión monetaria de los últimos tres meses y medio asociada a financiamiento fiscal directo duplica la base monetaria cada 13 semanas. Se configuró un combo extremadamente preocupante de aceleración inflacionaria, comentan desde la Fundación Mediterránea.
