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El miedo a que su hermanita menor sufra una situación de abuso como la que habría padecido ella, fue el disparador que impulsó a que Ludmila Rufrancos, no lo dudara, y que se animara a hacer la denuncia contra la pareja de su tía de 58 años, por presunto abuso sexual, después de callar durante seis años“Me hacía que lo toque, y que no cuente nada”, sostuvo.

Durante la madrugada del miércoles pasado, la joven, que actualmente tiene 18 años, denunció en la comisaría de la Familia de Montegrande, los episodios que habrían tenido lugar cuando ella tenía entre “12 y 13 años”, y quedaba al cuidado de su tía, que vivía a dos cuadras de su casa, mientras sus padres trabajaban.

Además, le otorgaron una restricción perimetral contra el acusado, que es portero de un colegio, y que tras ser denunciado, se dio a la fuga. 

“Yo me enteré el mismo día que fue a hacer la denuncia, estaba amenazada y no quería contar nada”, puntualizó, sobre los presuntos abusos sexuales que se habrían extendido a lo largo de casi un año.

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“Por miedo mi hija no me lo quería decir, porque la amenazaba y por miedo por lo que pueda hacer yo. No le quería contar nada a nadie”, contó Damián. 

“Era muy chica, tenía mucho miedo, entonces yo hacía lo que él me decía”, reveló Ludmila. 

Pero pese al paso de los años, Ludmila aún tenía la herida abierta. Y el temor a que su hermanita menor sufra lo que le había pasado a ella, la impulsó a hablar. Es que cuando se enteró que su hermana había ido a dormir a la casa del padre, donde también había otros hombres, la atemorizó el solo hecho de pensar que podría estar expuesta al mismo peligro que había sufrido ella. Por eso no lo dudó y habló: “Primero se lo conté a mi mamá, que me costó muchísimo, y después denuncié”, remarcó.

No obstante, cuando el presunto abusador se enteró que había sido denunciado, su familia lo ayudó a escapar, y desde entonces se desconoce donde está.

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“Yo trabajaba todo el día en ese tiempo, y ella quedaba al cuidado de la tía, cuando la tía se iba a hacer las compras o al baño, él abusaba de ella, la manoseaba toda por arriba de la ropa, y la obligaba a que ella la tocara a él. También le decía que si no iba al otro día a la casa le iba a pasar algo malo a ella o su familia”, sostuvo Damian Rufrancos, el padre de la víctima, en diálogo con este medio, que además puntualizó que él no sabía nada de los supuestos abusos que habría sufrido su hija, hasta que ella hizo la denuncia la semana pasada./

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