El fuego se desplazó por diferentes zonas ocasionando un peligro para animales, pobladores y casas
“Unas 25 personas (de distintos parajes) están desamparados, sin comida. Me dijeron que aguantarán, como sea, porque la situación se agravará si abandonan o se toman un tiempo para descansar”, contó Claudio Graña, ingeniero agrónomo que encabeza un proyecto de forestación cerca del paraje Piedras Blancas.
El viento zonda cambió de dirección y el fuego se expandió hacia el sector de San José de Chasquivil.
“El incendio se inició en la Ciénaga (a 2.700 metros sobre el nivel del mar), dio una vuelta grande por San José de Chasquivil y llegó al puesto Piedras Blancas. La gente sigue trabajando para impedir que el fuego avance a la zona de mayor pastizal, está cerca del pueblo”, advirtió.
Los lugareños no descansan. “Están peleando solos, pero no pueden frenar; siguen trabajando desde anoche”, relató Graña.
Según se pudo observar a través de filmaciones, las llamas llegaron a algunas cabañas de lugareños. Graña advirtió que se habían quemado ovejas y animales mulares como consecuencia.
La directora de Defensa Civil de Tafí del Valle, Andrea Cruz, dice que se está haciendo un monitoreo del ganado afectado, que hay más de 40 personas a pie destinadas a la contención y que hasta ayer a la siesta no se pudieron usar helicópteros hidrantes por la velocidad del viento zonda.
“Alguien lo ha prendido para que esté así. El lugareño suele pensar que el pasto va a mejorar, pero no es así, al contrario, el pasto crece más débil. He trabajado 12 años como bombera y hace cinco en Defensa Civil y nunca he visto algo así. Es histórico”, lamenta la directora.
EL pasto quemado que deja sin alimentos a los animales, un fuego que cambia de dirección por el viento. Incontrolable.
