Histórico: la emotiva salida de Pupy, la última elefanta del ex zoológico porteño rumbo a un santuario

Irá a una reserva en el Mato Grosso luego de un viaje de 4.000 kilómetros

Pupy ya estaba en su habitáculo y la puerta de esa caja de hierro, cerrada. Hubo abrazos, felicidad y muchos nervios. A la elefanta africana se la percibía tranquila. Fue entrenada durante años para este momento histórico. Todo lo que conoció hasta ahora es el recinto que rodea al Templo de Vesta, la construcción que la alojó siempre en el hoy ecoparque porteño, en el barrio de Palermo. Un templo bello y único, que pertenece a un pasado, un pasado en el que los zoológicos eran lugares de entretenimiento para los humanos. Poco importaban las necesidades de los animales.

Con Pupy se cierra un ciclo. Es la última elefanta del ecoparque, la última que vivirá en cautiverio en ese pequeño recinto que vio morir a catorce de estos magníficos animales a lo largo de los años. Su traslado al santuario Global Sanctuary for Elephants, situado en el Mato Grosso, Brasil, es complejo.

Cada persona involucrada cumple con un rol importantísimo durante el viaje. Algunos lloraban, de emoción, también con sentimientos encontrados. Y le repetían: “Cuánto te vamos a extrañar, gorda!” Así la llaman con cariño quienes la cuidaron y la prepararon para este momento. “Sé feliz, Pupy”, agregaban.

Sus entrenadores le hablaron suavemente junto al habitáculo, le explicaron lo que estaba por suceder y la alentaron a no tener miedo. Blaise, emocionado, dijo: “Ellos nos enseñan tanto. La otra vez ella todavía no estaba lista y lo mostró”. Se refería al intento de trasladarla a fines de febrero, cuando la elefanta no se sintió cómoda en la caja y se decidió darle más tiempo. Ahora, el personal del santuario había viajado a Mendoza para relocalizar a otra elefanta africana, Kenya, pero tampoco fue posible.

“Hablamos todos juntos y dijimos ‘¿Por qué no intentarlo nuevamente con Pupy. A lo mejor, en este mes y medio ella cambió, entendió‘. Y así fue. Convencimos a las autoridades y aquí estamos”, detalló el dueño del santuario de Brasil.

Finalmente, las puertas del ecoparque sobre la avenida Sarmiento se abrieron y se repitieron los aplausos. Pupy empezó su viaje hacia la libertad.

El camino hasta el Mato Grosso será largo, y ella es la que determinará cuándo se harán las paradas, solo en función de sus necesidades. El objetivo es llegar lo mas rápido posible, y que ella mantenga la calma.

Allí, Pupy se encontrará con Mara, otra elefanta que vivía en el predio de Palermo y fue relocalizada hace cinco años, y con Guillermina, que llegó al Global Sanctuary for Elephants procedente del ecoparque de Mendoza con su madre, Pocha, que luego falleció.

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