En buena hora que la máxima autoridad de la provincia reconozca lo que todo el mundo sabe: los senadores son “monárquicos” que solo están para las fotos y el protocolo. Faltaría agregar, en la misma bolsa, a los diputados nacionales y legisladores provinciales
Diputados nacionales y legisladores de Tucumán es un tema que será tratado luego. Los senadores por la provincia son tres: dos por el oficialismo (peronistas) y uno por la minoría u oposición. Los 2 ¿oficialistas? son Juan Manzur y Sandra Mendoza que en realidad actúan como opositores al gobierno de Osvaldo Jaldo; y por la minoría es Beatriz Ávila, que en la práctica hace de oficialista. Esas cosas raras de la política.
Lo incoherente de todo esto es que los senadores representan a la provincia. Es decir, deben velar por el bienestar de la misma y trabajar “codo a codo” con el gobernador. Los senadores tucumanos tienen cero relación con Jaldo. Quizás Ávila, siendo de la oposición habla más con el mandatario tucumano que los otros dos que son de su propio partido. No solamente que no tienen contacto sino que no se les conoce la voz, no presentaron ni un proyecto que beneficie a Tucumán y solo aparecen para fotos.
En la práctica, de los 9 diputados nacionales y 3 senadores que son de Tucumán, Jaldo cuenta con solo tres diputados nacionales: Agustín Fernández, Gladys Medina y Elia Fernández de Mansilla.
El próximo año se renuevan cuatro bancas de diputado nacional por Tucumán, el gobernador tendrá que pensarlo muy bien a quiénes candidatea porque la traición está detrás de la puerta.
TICHO para Sin Codigo