Es una práctica muy difundida pero cuenta con efectos secundarios indeseados
El ayuno intermitente no es una dieta, es una práctica que implica abstenerse de ingerir alimentos durante un tiempo determinado en la que se combinan periodos largos de ayuno con otros en los que se puede comer libremente. El mismo es considerado como la interrupción voluntaria de la alimentación durante varias horas e incluso días para los más extremistas.
Juliana Giménez, licenciada en Nutrición, explicó: “Los rangos más normales que se implementan son: ingerir alimentos solo durante 8 horas del día y las otras 16 tomar agua y dormir. Hoy patrones más exigentes, donde la ventana de alimentación es de 4 horas y 20 horas de ayuno. Instancias más extremas en las que se consumen las cuatro comidas diarias y al día siguiente no se ingieren alimentos por 24 horas”.
Si bien el ayuno intermitente se ha vuelto cada vez más popular, ya sea para mejorar la salud o bajar los kilos de más, no todo es “color de rosas”.
Dentro de lo no deseado está:
El olor corporal, es similar al de la comida en descomposición y puede llegar a ser muy desagradable. ¿Por qué ocurre?, “se debe a que el cuerpo está en cetosis (estado metabólico que se produce cuando no hay suficiente cantidad de glucosa) el cuerpo utiliza grasas y cetonas con el objetivo de producir energía. La persona que produce el olor corporal característico del ayuno suele no notarlo, pero sí puede detectarlo los demás”, cuenta Giménez.
La halitosis (mal aliento): Esto es porque se genera un estado de hipoglucemia (bajo nivel de azúcar en sangre) que hace que el cuerpo utilice vías metabólicas alternativas. Al tener bajos niveles de glucosa por no ingerir alimentos, el organismo genera compuestos de mal olor con algunos ácidos grasos que se liberan. También, al haber una baja producción de saliva en la boca, esto puede hacer que la boca se seque y se produzca mal aliento.
Dolores de cabeza: Niveles bajos de glucosa debido a la ausencia de comidas, la abstinencia de cafeína o infusiones podrían ser la causa.
Problemas digestivos: Estreñimiento, diarrea, náuseas e hinchazón.
También, puede ocurrir: deshidratación, cambios en el estado de ánimo, irritabilidad, insomnio o permanecer dormido en gran parte del día.
Siempre, y antes de empezar cualquier tipo de dieta, consultar con un especialista y así se evitarán problemas en la salud, que según la edad, pueden ser mortales.
