A cien días de las elecciones provinciales, los políticos se tiran “flores” entre ellos mientras la desocupación, la inseguridad, la inflación, la droga y los problemas cotidianos que interesan al habitante de esta tierra no se discute ni soluciona
Todos quieren un cargo. Todos prometen que van a salvar todo: la economía (inflación), la seguridad, la salud, la educación, el desempleo. Promesas de campaña. Cada cuatro años prometen que se convertirán en salvadores de la gente, de la provincia, del país. Pasan las elecciones, y los problemas siguen y hasta se agravan.
En el medio de esta descarnizada pelea, está la gente. La que no llega a fin de mes, la que tiene miedo de circular porque no sabe si será víctima de un asalto.
El oficialista Tulio Caponio declaró que “Alfaro no tiene vergüenza cuando critica al gobernador. Se olvidó que tiene una PYME familiar que viven de la política con su mujer y sus familiares. Se olvidó que durante 30 años estuvo colgado del partido justicialista para tener un cargo. Habla de puentes cuando la ciudad que él gobierna se inunda con pequeñas lluvias. Se olvidó que es intendente gracias al voto radical. Se olvidó de las promesas de repavimentación de las avenidas Francisco de Aguirre y Líbano entre otras”. De estas declaraciones existen cada día de diferentes funcionarios del oficialismo.
Del otro lado, Alfaro dijo: “Evidentemente Jaldo se siente el emperador de Tucumán. En lugar de preocuparse por mi candidatura, se preocupe por los puentes que se caen a la mínima lluvia”. También otros funcionarios del alfarismo atacaron duramente al gobernador.
Cada día se ven declaraciones de uno u otro sector. Pensaran que el más “vivo” para declarar será votado por la gente.
Lo que no saben o no se dan cuenta es que la gente ya les sacó la “ficha” hace años, y se cansó. Si creen que tienen la vaca atada, subestiman a la gente. Y la gente se hará escuchar el próximo 14 de mayo.
