Golpistas disfrazados de opositores: dejen gobernar al Presidente Javier Milei

Los mismos corruptos, empobrecedores y que fundieron al país son los que declaman que este Presidente “está solo”, que “no llega”. El mandato no se negocia, Milei llegó con el 56% de los votos y tiene mandato hasta diciembre de 2027, les guste o no les guste. Como el pueblo se bancó los 4 años nefastos de Alberto Fernández, Cristina Kirchner y Sergio Massa, o se banca los 6 años catastrófico que lleva Kicillof en provincia, lo mismo hay que hacer con un Presidente de la Nación

Por SIN CODIGO

Hay una cosa que todos los argentinos deben entender: el Presidente de la Nación se llama Javier Milei, es de La Libertad Avanza, y ganó las elecciones con el 56% de los votos en el año 2023. Tiene un mandato de cuatro años, hasta diciembre de 2027, le guste a quien le guste o no les guste. Eso es democracia.

Sin embargo, desde el primer día de su gestión, y ahora que ganaron la provincia de Buenos Aires, los peronistas golpistas intentan horadar la legitimidad presidencial. Infiltrados en cada capa de la administración pública, sostenidos por gobernadores, intendentes y periodistas adictos a la pauta, buscan imponer su lógica: si Milei no se arrodilla ante su poder territorial y sus viejas mañas, entonces debe ser destituido.

La política argentina tiene que asumir una verdad elemental: el que gobierna hasta 2027 es Javier Milei. Él es el Presidente, no Axel Kicillof, no los barones del conurbano, no los gobernadores feudales del Norte ni los senadores del kirchnerismo. Así como la oposición se bancó los cuatro años desastrosos de Alberto Fernández, con Cristina Kirchner y Sergio Massa -sin pedir juicios políticos, sin fogonear destituciones, sin cacerolazos organizados desde los medios-, ahora el peronismo debe aceptar que está en la vereda de enfrente, esperar las próximas elecciones y es la gente la que pondrá a cada uno en su lugar.

Los mismos gobernadores que hoy piden la cabeza de Milei tienen a sus provincias sumidas en la miseria: hospitales en ruinas, escuelas sin recursos, rutas detonadas, pueblos enteros sin agua potable ni cloacas. Pero la culpa, dicen, es de Milei, que lleva un año y 8 meses en el poder. Un gobernador del Norte se animó a decir, ante la prensa, que el Presidente “está solo”. Pues bien: Milei no está solo, lo acompañan los millones de argentinos que votaron por él para terminar con el sistema que esos gobernadores representan. Si estar acompañado significa rodearse de señores feudales, Milei ha demostrado que prefiere estar solo en la lucha por un país mejor.

Kicillof, que gobierna una de las provincias con más riqueza de la Argentina, no logra garantizar agua, cloacas ni seguridad a millones de bonaerenses, pero se atreve a cuestionar la legitimidad presidencial. Lo mismo se puede decir de varias provincias secuestradas por el peronismo desde hace 40 años, hundidas en la corrupción y el atraso, convertidas en feudos que se parecen más a Angola que a una república moderna. Ah, pero los gobernadores cuestionan la figura presidencial. Hipócritas.

Les guste o no, Milei es Presidente hasta diciembre de 2027. No hay declaraciones, ni operaciones mediáticas, ni maniobras legislativas que puedan alterar un hecho básico: el pueblo votó y eligió. La democracia se respeta siempre, incluso cuando gobierna alguien que no nos gusta.

Lo que el peronismo tiene que entender es sencillo: dejen gobernar a Milei.

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